Barroco: qué es, características, autores y obras
El Barroco fue un período cultural que abarcó desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII. Se difundió por toda Europa y América Latina, así como por otras regiones colonizadas por los europeos.
El barroco contrastó con el Renacimiento por expresar una sensibilidad pesimista, desengañada, crítica y compleja. Esto se debe a que literatura y el arte barrocos representan una época inquietante desde el punto de vista psicológico, cultural y social, además de político y económico.
¿Qué es el barroco?
El barroco se puede definir como el “arte de parecer”, ya en las artes, ya en la literatura. Tres elementos pueden ser considerados fundamentales de su estética: el efectismo, la espectacularidad y la emocionalidad.
El término barroco se usó por primera vez a mediados del siglo XVIII en pleno contexto de la Ilustración o Iluminismo. Originalmente, el significado de barroco fue tomado de portugués antiguo, pues "barroco" designaba un tipo de perla de forma irregular.
En la época de la Ilustración, los iluministas Diderot y Rousseau usaron esta palabra para describir de manera peyorativa el arte de ese período, al que consideraban estrambótico y confuso. Sin embargo, la historiografía posterior ha reivindicado el valor estético de este período.
Características del barroco
Horror vacui
Si algo caracterizó al barroco fue el principio del horror vacui, expresión latina que quiere decir 'horror al vacío'. El arte barroco, en todas sus manifestaciones, gusta de los acabados abigarrados y recargados, con lo que pretende llenar todo el espacio.
Dinamismo y tensión
El sentido de movimiento, dinamismo y tensión es fundamental en el barroco. No se busca el reposo, sino que, por el contrario, se establecen tensiones entre las formas, los sonidos, las palabras o los conceptos.
Representación de pasiones y temperamentos interiores
El barroco se aleja de las prescripciones filosóficas del renacimiento que llamaban a la mesura y al equilibrio. Opta más bien por la representación de las pasiones y los temperamentos interiores, tanto lo que respecta a cada personaje como al conjunto de la obra.
Búsqueda del contraste
En las diferentes disciplinas artísticas, el barroco revela un gusto por el contraste, que en las artes plásticas se expresa por medio del claroscuro. Aplica no solo a la pintura, sino a la arquitectura, la escultura, la música e, incluso, la literatura.
Sustitución de lo absoluto por lo relativo
Lo absoluto cede su lugar a la relatividad, en consonancia con una época que carecía de seguridades filosóficas, teológicas y culturales. Domina el orden de la percepción, del efecto, de la búsqueda de sensaciones y contradicciones por encima de los principios cerrados.
Centros múltiples
El arte barroco destacó por dejar de lado la idea de una obra con un solo centro de interés (por ejemplo, en pintura el punto de fuga único) para recurrir a los centros múltiples. Estos centros con frecuencia generan composiciones elípticas. Tal principio fue visible en todas las disciplinas artísticas, aunque adaptado a sus recursos.
Efecto incompleto o inconexo
El barroco promovió, en consecuencia, el efecto de inconexión o de obra abierta o incompleta, a diferencia del renacimiento que cerraba el universo de la obra en sí misma. Ese gusto por lo incompleto expresó la inquietud por la infinitud y la trascendencia.
Búsqueda del estremecimiento metafísico
Frente a la voluntad racional del renacimiento,que buscaba la armonía y el equilibrio, el barroco prefiere la promoción del estremecimiento metafísico.
Pesimismo y desengaño
A diferencia del Renacimiento, en el barroco domina un pensamiento pesimista y/o desengañado, como respuesta a la crisis histórica que estaban viviendo.
Temas del arte barroco
Se siguieron cultivando los temas de historia, religión y mitología, aunque prefirieron las escenas de mayor dramatismo y conmoción.
En cuanto a la religión, la Iglesia católica fijó la iconografía para prevenir la herejía. Se prefirieron temas como la Inmaculada Concepción, la Eucaristía, los santos y la Iglesia triunfante, asuntos muy sensibles en la disputa con el protestantismo.
También fueron frecuentes la alusión a la fugacidad del tiempo y el desencanto del mundo, así como las costumbres y vida cotidiana, incluida la realidad social.
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Literatura barroca
La literatura barroca se caracterizó por el interés en el detalle, los efectos y la exuberancia formal de aquella época. Por lo mismo, fue característico el uso excesivo de las figuras literarias, tales como la adjetivación, la elipsis, la metáfora, el hipérbaton, la antítesis y la perífrasis.
En cuanto a los géneros, la literatura del barroco dio continuidad a aquellos heredados por el Renacimiento. Sin embargo, hubo un desarrollo novedoso de la dramaturgia, particularmente en las formas de la comedia y la tragicomedia. Estas desafiaban la estructura clásica de las tres unidades dramáticas.
El barroco acogió una gran pluralidad de corrientes literarias. En el caso particular de la literatura española, dos fueron las corrientes más importantes: el culteranismo y el conceptismo.
El culteranismo o gongorismo valoró la forma sobre el contenido. En consecuencia, fue más rico en figuras retóricas y referencias literarias cultas. Su principal representante fue Luis de Góngora.
El conceptismo valoró el contenido tanto como la forma. Se basa en la exposición de ideas o conceptos mediante el ingenio verbal. Uno de sus principales exponentes fue Francisco de Quevedo.
Los tópicos de la literatura barroca giraron en torno a la preocupación por la fugacidad de la vida, la apariencia y el desencanto. A saber:
- Mundo como teatro: mundo incierto de apariencias que invita a reflexionar.
- Mundo al revés: lamento sobre la injusticia y la deformación del deber ser.
- Homo homini lupus: denuncia que el hombre es un lobo para el hombre.
- Militia amoris: comparación del amor con la guerra.
- Fortuna cambiante: lamento por el carácter caprichoso de la buena fortuna.
- Memento mori: recordatorio sobre la inevitabilidad de la muerte.
- Tempo fugit: lamento sobre la fugacidad del tiempo y la existencia.
- Collige virgo rosas o 'corta las rosas, doncella': persuade a las doncellas de aprovechar su juventud.
- Carpe diem: invita a aprovechar el día como única opción ante la muerte inevitable.
Autores y obras de la literatura barroca
- Luis de Góngora, España, 1561-1627. Obras más representativas: Fábula de Polifemo y Galatea; Soledades.
- Lope de Vega, España, 1562-1635. Obras más representativas: Fuenteovejuna; El perro del hortelano.
- Francisco de Quevedo, España, 1580-1645. Obras más representativas: Sueños y discursos; El Parnaso español; Historia de la vida del Buscón.
- Tirso de Molina, España, 1579-1648. Obras más representativas: El burlador de Sevilla; El condenado por desconfiado; El vergonzoso en palacio.
- Pedro Calderón de la Barca, España, 1600-1681. Obras más representativas: La vida es sueño; El gran teatro del mundo; El príncipe constante.
- Sor Juana Inés de la Cruz, Nueva España, 1648-1695. Obras más representativas: Divino narciso; Redondillas; Primero sueño; Los empeños de una casa.
- John Milton, Inglaterra, 1608-1674. Obras más representativas: El paraíso perdido; Veintitrés sonetos; Comus; Arcades.
- Giovan Battista Marino, Italia, 1569-1625. Obras más representativas: Le Rime; La lira; 'L'Adone'.
- Jean-Baptiste Poquelin o Molière, Francia, 1622-1673. Obras más representativas: Tartufo; El enfermo imaginario; El médico a palos.
- Jean Racine, Francia, 1639-1699. Obras más representativas: Fedra; Andrómaca; Ifigenia.
Ver también:
- Literatura barroca
- Poemas del barroco
- Poemas más famosos de Francisco de Quevedo (analizados)
- La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca.
- Sor Juana Inés de la Cruz: biografía, obra y aportaciones.
- Corrientes literarias
- Los movimientos literarios más importantes: características y ejemplos
Arte barroco
Al igual que el resto de las expresiones artísticas del barroco, las artes plásticas se caracterizan esencialmente por el dinamismo y la tensión en la composición.
Esto se reflejó en características específicas como el uso de múltiples puntos de fuga; planos abiertos; composiciones asimétricas; ornamentación excesiva; riqueza en los detalles y gusto franco por el color.
Nuevos géneros pictóricos aparecieron también en el barroco, tales como los retratos colectivos, los bodegones, el vanitas, la pintura de género y el paisaje.
Los retratos corporativos o colectivos retrataban a varias personas en un solo lienzo. Con frecuencia, hacían alusión a personas reunidas en torno a oficios, gremios o profesiones.
Los bodegones o naturalezas muertas representaban alimentos animales y vegetales, flores y objetos utilitarios. En los países prósperos, expresaban la abundancia. En los países en crisis, como España, expresaban la carestía.
El género vanitas es una variación de los bodegones, que llama la atención sobre la vanidad y la fugacidad del tiempo. Por eso incluye calaveras, pompas de jabón, alimentos en descomposición, velas consumiéndose, etc.
La pintura de género se refiere a las escenas cotidianas de color local. Aunque ya existía antes del barroco, alcanza un importante reavivamiento durante este período.
Por último, el paisaje o país como género autónomo se desarrolla en la transición del renacimiento al barroco, aunque siempre ha existido como acompañante de retratos o escenas.
Artistas plásticos, arquitectos y obras del arte barroco
- Caravaggio, Italia, 1573-1610. Pintor de estilo tenebrista. Obras representativas: Baco joven; Vocación de san Mateo; Conversión de san Pablo y la Crucifixión de san Pedro.
- Annibale Carracci, Italia, 1560-1609. Uno de los creadores del clasicismo pictórico y precursor del neoclasicismo. Obras representativas: La carnicería, La Asunción (1587); Venus, Adonis y Cupido; El sacrificio de Isaac.
- Gian Lorenzo Bernini, Italia, 1598-1680. Escultor, arquitecto, pintor, dibujante y escenógrafo. Obras representativas: Apolo y Dafne; El rapto de Proserpina; Éxtasis de Santa Teresa; cátedra de San Pedro, Plaza de San Pedro, Vaticano, Roma.
- Francisco de Zurbarán, España, 1598-1664. Pintor de corriente tenebrista con sencillez compositiva y gran realismo. Obras representativas: Adoración de los pastores; San Francisco en meditación; Desposorios místicos de Santa Catalina de Alejandría.
- Diego de Silva Velázquez, España, 1599-1660. Pintor de naturalismo tenebrista. Obras representativas: Aguador de Sevilla; Adoración de los Magos; La rendición de Breda; Cristo Crucificado, Las Meninas o La familia de Felipe IV.
- Bartolomé Esteban Murillo, España, 1617-1682. Pintor orientado a temas religiosos con un tratamiento humano y sencillo. Obras representativas: La Sagrada Familia del pajarito; La Virgen y el Niño con santa Rosalía de Palermo; numerosas versiones de la Inmaculada Concepción.
- Petrus Paulus Rubens, Países Bajos, 1577-1640. Pintor que destaca por el tratamiento de la tensión entre lo intelectual y lo emotivo y el dinamismo formal. Obras representativas: Tríptico de la elevación de la cruz; El juicio de Paris; La adoración de los Magos; El rapto de Proserpina; Las tres gracias y El jardín del amor.
- Rembrandt Harmenszoon van Rijn, Países Bajos, 1606-1669. Temas de gran dramatismo, dinamismo y realismo en los retratos corporativos. Obras representativas: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp; Filósofo en meditación o Estudioso en meditación; El retorno del hijo pródigo.
- Anthony van Dyck, Países Bajos, 1599-1641. Estilo exuberante y dinámico que se transformó en elegante y solemne. Obras representativas: El Prendimiento; Carlos I como cazador y Retrato ecuestre de Carlos I.
- Nicolás Poussin, Francia, 1594 -1665. Representante de la tendencia clasicista francesa del siglo XVII. Obras representativas: La peste de Azoth; Adoración del becerro de oro; Los pastores de la Arcadia.
Música barroca
La música del barroco fue verdaderamente innovadora en muchos sentidos. Se caracterizó por el desarrollo de la armonía tonal y el contrapunto. Asimismo, con la música barroca apareció el bajo continuo, se estableció el ritmo claro y delimitado y se promovió la improvisación y el virtuosismo.
No menos importante, el barroco fue el responsable de la invención de la orquesta, aunque para entonces se trataba de una orquesta más pequeña de las que conocemos actualmente.
La creatividad de la música barroca no se limitó a las características del nuevo lenguaje musical.
Numerosos géneros musicales fueron creados en el barroco, tales como la ópera, el oratorio, la cantata, la sonata, el concerto grosso y la suite.
La ópera fue impulsada por el compositor Claudio Monteverdi. Integraba el arte teatral con el canto, y se componía esencialmente de recitativos y arias para solista, coros y una obertura instrumental.
El oratorio también está asociado al canto de un relato, pero este no se escenifica. Los relatos de los oratorios son religiosos, de allí su nombre. Por su parte, la cantata es una forma musical destinada a ser cantada, ya temas religiosos, ya temas seculares, la cual combina números instrumentales con recitativos, arias y coros.
En cuanto a la música instrumental, la sonata se destinó a la exposición de uno o más instrumentos solistas, mientras que el concerto grosso significó el inicio de la música orquestal. A esto se añadió la suite, una sucesión de piezas para danzar, normalmente estructurada en cuatro movimientos.
Músicos y compositores
- Claudio Monteverdi, Italia,1567-1643 Obras más representativas: La fábula de Orfeo; La coronación de Popea; Madrigales varios.
- Antonio Vivaldi, 1678-1741. Obras más representativas: Las cuatro estaciones; Stabat Mater; Concierto para mandolina; Concerto alla rustica.
- Jean-Baptiste Lully, Francia, 1632-1687. Obras más representativas: Cadmo y Harmonia; Amadís; Ballet royal de flore, lwv 40.
- Marc-Antoine Charpentier, Francia, 1643-1704. Obras más representativas: Magnificat; Misa de Port Royal; Le Malade imaginaire; David et Jonathas.
- Johann Pachelbel, Alemania, 1653-1706. Obras más representativas: Canon en Re mayor; Musikalische Sterbensgedancken; Hexachordum Apollinis.
- Johann Sebastian Bach, Alemania, 1685-1750. Obras más representativas: Oratorio Pasión según San Mateo; Tocata y fuga en re menor, BWV 565; El clave bien temperado; Invenciones y Sinfonías.
- Georg Friedrich Händel, Alemania, 1685-1759. Obras más representativas: Oratorio El Mesías; Giulio Cesare; Acis y Galatea; Saul; Música acuática.
- Henry Purcell, Reino Unido, 1659?-1695. Obras más representativas: Dido y Eneas; Full Anthem; La reina de las hadas. Anthem; La reina de las hadas.
Contexto histórico del barroco
La estética del barroco fue consecuencia, en parte, del impacto de ciertos antecedentes históricos que promovieron la eclosión de propuestas artísticas muy diversificadas en los años siguientes.
Por un lado, el descubrimiento de América en 1492 puso fin al aislamiento del continente americano. Con ello, favoreció la consolidación del absolutismo, la conquista y colonización de América, el triunfo de las compañías comerciales y el tráfico transoceánico.
Por su parte, la Reforma luterana en 1517 y la Contrarreforma católica en 1545 rompieron la unidad cultural y espiritual de Europa. En medio de esto, la teoría heliocéntrica de Copérnico hacia 1543, los avances de Galileo y las leyes de Kepler conmocionaron las bases del creacionismo y el antropocentrismo.
Sumemos a ello la crisis de Europa en el siglo XVII. Caída de la economía, revolución de precios, levantamientos sociales, guerras (Guerra de los 30 años, Crisis de 1640 en España), hambrunas, epidemias y caída del índice demográfico, etc.
Todo ello coadyuvó para que el barroco se expresara en un arte muy dinámico, creativo, original y, sobre todo, diverso en su universo de estilos, temas y recursos en cada país donde se manifestó.
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