¿Qué es un acróstico?: poemas con mensajes ocultos

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 9 min.

El acróstico es una composición poética en la que las letras iniciales, medias o finales de cada verso forman una palabra o mensaje cuando se leen en sentido vertical.

Tradicionalmente, se utilizan las letras iniciales para formar el mensaje oculto.

Ejemplos

1. Aurora - Alfonso Reyes

Alondras cantan y ya
un ansia de amanecer
remece la noche y da
oro y plata y rosicler.
Respóndeme, ¿quién será?
Aurora, quién ha de ser.

Alfonso Reyes (1889–1959) fue uno de los intelectuales y escritores más influyentes de México. Se destacó como poeta, ensayista, narrador y diplomático.

El poema está dedicado a Aurora Díaz Paul. Este acróstico, al leer las primeras letras de cada verso, forma el nombre "Aurora" en su honor.

El texto evoca la llegada del amanecer, utilizando imágenes sensoriales y naturales para captar la transición entre la noche y el día.

La "ansia de amanecer" otorga a la noche una cualidad humana, como si la oscuridad misma deseara dar paso a la luz. De este modo, la aurora no sólo simboliza el inicio del día, sino también una metáfora universal del renacimiento, la esperanza y los nuevos comienzos.

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2. Acróstico al acróstico - Francisco J. Briz Hidalgo

Aplícase a las
Composiciones poéticas,
Rimadas,
O de versos
Sueltos y de cualquier
Tamaño, en las que las letras
Iniciales, medianas o finales de los versos
Componen una palabra
O una frase

Francisco J. Briz Hidalgo (1920 - 2014) fue una destacada figura en el México contemporáneo al aportar significativamente en el ámbito cultural y educativo.

Este poema es un acróstico en sí mismo. Al leer verticalmente las primeras letras de cada verso se forma la palabra. Además, cada línea describe qué es un acróstico, creando una definición poética del término.

3. Soneto a Martín de Olivas - Sor Juana Inés de la Cruz

Máquinas primas de su ingenio agudo
A Arquímedes, artífice famoso,
Raro nombre dieron de ingenioso;
¡Tanto el afán y tanto el arte pudo!

Invención rara, que en el mármol rudo
No sin arte grabó, maravilloso,
De su mano, su nombre prodigioso,
Entretejido en flores el escudo.

¡Oh! Así permita el Cielo que se entregue
Lince tal mi atención en imitarte,
I en el mar de la ciencia así se anegue

Vajel, que -al discurrir por alcanzarte-
Alcance que el que a ver la hechura llegue,
Sepa tu nombre del primor del Arte.

Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1648 - 1695) fue de las pocas mujeres que destacaron en el siglo XVI. Como religiosa, tuvo acceso a una importante biblioteca y a una educación autodidacta, por lo que tuvo los medios para cultivar una obra en la que se encuentra presente la crítica social.

El poema es un elogio a la maestría y creatividad de Martín de Olivas, comparándolo con figuras históricas. La hablante destaca cómo el talento humano puede trascender el tiempo mediante la obra artística.

De este modo, la mención de Arquímedes funciona como símbolo de la inteligencia y la invención.. Por su parte, el "mar de la ciencia" y el "vajel" representan la búsqueda del conocimiento, mientras que la combinación de lo rudo (mármol) y lo delicado (flores) resalta el contraste entre materia y arte.

El texto sigue la forma clásica del soneto en español con 14 versos endecasílabos (de 11 sílabas cada uno). La rima es consonante con el esquema tradicional: dos cuartetos (ABBA, ABBA) y dos tercetos (CDC, DCD).

Al leer las iniciales, se revela el nombre "Martín de Olivas", a quien va dedicado el poema.

4. Primo es borracho - José Antonio Balbontín

Paladín de la Patria redimida,
Recio soldado, que pelea y canta;
Ira de Dios, que cuando azota es santa;
Místico rayo, que al matar es vida.

Otra es España, a tu virtud rendida;
Ella es feliz bajo tu noble planta;
Sólo el hampón, que en odio se amamanta,
Blasfema ante tu frente esclarecida.

Otro es el mundo ante la España nueva:
Rencores viejos de la edad medieva
Rompió tu lanza, que a los viles trunca;

Ahora está en paz tu grey bajo el amado
Chorro de luz de tu inmortal cayado.
¡Oh pastor santo! ¡No nos dejes nunca!

José Antonio Balbontín (1893 - 1977) fue un abogado, político y escritor español. Su obra se centra en la defensa de sus ideas políticas que van desde el republicanismo de izquierdas hasta el comunismo.

Este es un soneto acróstico en el que las primeras letras de cada verso forman la frase "Primo es borracho". A primera vista, exalta la figura de un líder que ha transformado y redimido a España, presentándolo como un paladín y pastor santo. Sin embargo, el acróstico revela una crítica velada hacia el dictador Miguel Primo de Rivera. A pesar de las alabanzas aparentes, el autor lo considera un "borracho".

El poema fue publicado el 15 de abril de 1929 en el periódico La Nación, bajo el seudónimo de María Luz de Valdecilla. Esta estrategia permitió que se difundiera en plena dictadura sin levantar sospechas inmediatas sobre su contenido crítico.

5. Luna - Jorge Javier Roque

Luna llena de luz
Una noche comienza
No te amargues la existencia
Amanecerá otra vez.

Jorge Javier Roque (1910 - 1984) fue un escritor y diplomático panameño, reconocido por su estilo vanguardista.

En este acróstico las primeras letras de cada verso forman la palabra "luna". El poema transmite un mensaje de esperanza y renovación.

Así, la "luna llena de luz" simboliza el inicio de una nueva noche, sugiriendo que, a pesar de las dificultades, siempre habrá una oportunidad para un nuevo comienzo. Por su parte, la frase "No te amargues la existencia, amanecerá otra vez", resalta la importancia de mantener una actitud positiva frente a los desafíos de la vida.

Historia

Origen en la Antigüedad

El acróstico tiene raíces en las primeras formas de literatura. En la Grecia antigua se utilizaba en himnos y textos religiosos como una forma de veneración o para codificar mensajes. De hecho, los primeros cristianos los adoptaron para ocultar mensajes en tiempos de persecución.

Un ejemplo notable es el acróstico basado en la palabra griega “ΙΧΘΥΣ” (Ichthys), que significa “pez” y servía como símbolo secreto del cristianismo. Cada letra representaba las palabras de una declaración de fe: Iesous Christos Theou Yios Soter (Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador).

Edad Media

En este periodo el acróstico cotinuó teniendo una connotación religiosa y devocional. Se utilizaba en himnos, poemas y cánticos litúrgicos. Era común que los monjes y copistas los incluyeran en manuscritos para rendir homenaje a figuras religiosas o mecenas.

Por otro lado, se utilizaban para ocultar mensajes de protesta o reflexión en textos que podrían ser censurados.

Asimismo, los trovadores también usaron acrósticos en poemas amorosos, donde el nombre de la persona amada quedaba oculto en las letras iniciales de cada verso.

Renacimiento y Barroco

Durante el Renacimiento, el acróstico ganó relevancia como forma de exhibir la erudición y la destreza literaria. Asi, era utilizado por poetas como un recurso para mostrar ingenio y complejidad en sus obras.

En el Barroco, caracterizado por la ornamentación y la complejidad lingüística, se volvieron más elaborados, a veces escondiendo mensajes en varias capas de texto.

Época Moderna y Contemporánea

Con la llegada del Romanticismo y movimientos literarios posteriores, el acróstico pasó a ser un recurso menos común pero aún apreciado.

Autores modernos lo han utilizado para añadir elementos lúdicos a sus textos, hacer homenajes o como herramienta creativa en la literatura infantil.

En la actualidad, también se utilizan en juegos literarios, pasatiempos y en el ámbito de la publicidad para crear mensajes memorables.

Características

Aunque depende de cada composición, los acrósticos comparten ciertas características en común.

Composición Vertical

La característica esencial de un acróstico es que su mensaje se forma a través de las letras iniciales, medias o finales de cada verso o palabra, que deben leerse en sentido vertical para descubrir el mensaje.

El tipo más común es el de letras iniciales, pero también existen variantes más complejas.

Mensaje Oculto o Explícito

El acróstico puede ocultar un mensaje secreto, como un nombre, un homenaje o una declaración, o bien hacerlo explícito si el autor desea que el lector lo descubra con facilidad.

Intención Literaria y Estética

Es un recurso que pone a prueba la creatividad del autor, ya que debe componer versos con coherencia temática y estilística mientras cumple con la restricción de las letras iniciales.

Esto hace que no sólo sea un ejercicio literario, sino también una manifestación artística que resalta el ingenio.

Variedad en su Construcción

Aunque el acróstico tradicional se forma con las letras iniciales de cada verso, existen variantes:

  • Mesósticos: cuando el mensaje se forma con letras medias.
  • Telésticos: cuando se utiliza la letra final de cada verso.
  • Doble Acróstico: cuando las letras iniciales y finales de cada verso forman palabras distintas.
  • Acrósticos cruzados: cuando el mensaje se encuentra en dos direcciones, tanto de forma vertical como horizontal.

Finalidad Expresiva o Lúdica

Se utiliza para diversos fines:

  • Homenaje: dedicar el poema a una persona.
  • Juegos literarios: como reto o desafío creativo.
  • Mensajes secretos: para ocultar información en contextos difíciles.
  • Adornos en textos religiosos: para realzar la belleza y profundidad espiritual del mensaje.

Elemento Sorpresa

El lector se enfrenta a la sorpresa y el descubrimiento cuando logra descifrar el mensaje oculto, lo que añade un nivel de interacción con la obra.

Ver también:

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.