Crónica de una muerte anunciada: resumen, análisis y personales de la novela

Andrea Imaginario
Andrea Imaginario
Especialista en artes, literatura e historia cultural
Tiempo de lectura: 14 min.

Crónica de una muerte anunciada es una novela corta de Gabriel García Márquez, publicada en 1981. Tomando elementos del realismo mágico y del relato policial, la novela cuenta la muerte de Santiago Nasar a manos de los hermanos Vicario.

La obra está inspirada en un crimen real que tuvo lugar en Colombia. Desde la ficción, Gabriel García Márquez logra construir una crónica, que destaca por el uso original y creativo de recursos literarios y periodísticos.

Resumen de Crónica de una muerte anunciada

Crónica de una muerte anunciada relata la historia del asesinato de Santiago Nasar, un joven de 21 años, con ascendencia árabe y católico, quien gobernaba la hacienda de su difunto padre y estaba comprometido con Flora Miguel. A continuación, presentamos un resumen cronológico de la historia.

El matrimonio de Bayardo San Román y Ángela Vicario

Bayardo San Román, hombre adinerado, profesional y talentoso, había llegado al pueblo en busca de una esposa. Muy rápidamente se ganó la simpatía de los lugareños. Entre ellos, se contaba a la familia Vicario que, dada su precaria situación económica, no dudó en arreglar el matrimonio entre este y la joven Ángela Vicario. Pero Ángela adversaba la idea de casarse sin amor.

La fiesta nupcial, celebrada un día domingo, fue un auténtico derroche, tanto así que Santiago Nasar especulaba en tono juguetón sobre los costos económicos de aquella exageración. En la noche de bodas, Bayardo San Román descubrió que su doncella no era virgen. Sintiéndose deshonrado, le propinó una paliza y la devolvió a casa de sus padres en plena madrugada.

La venganza de los gemelos Vicario

Cuando los gemelos Pedro y Pablo le preguntaron a su hermana Ángela quién había sido el responsable de deshonrarla, esta acusó a Santiago Nasar. Para salvaguardar la honra de su hermana, los gemelos Vicario decidieron asesinarlo. De inmediato, dispusieron de sus cuchillos para matar cochinos y se se dirigieron al mercado a afilarlos.

Indiscretos, le contaron sus planes a todo el que encontraron. A las seis de la mañana, el rumor ya se había esparcido, pero una serie de infelices casualidades, suposiciones, prejuicios y omisiones impidió que llegara directamente a oídos de Santiago Nasar.

Aquella madrugada del lunes

En la mañana del lunes se esperaba la visita del Obispo al pueblo, quien llegaría en buque para bendecir el matrimonio de Bayardo y Ángela. Santiago Nasar deseaba ir a recibirlo, de modo que después de la fiesta, apenas descansó una hora y se puso una ropa limpia acorde a la formalidad de la ocasión.

Si al principio la noticia del pueblo era la visita del obispo, en pocas horas la atención fue redirigida a Santiago Nasar, a quien todos sabían que iban a matar, pero a quien nadie había visto para advertirle. Cristo Bedoya, compañero de parranda de Santiago Nasar durante aquella noche, se enteró del rumor tan pronto se separó de él. Salió a buscarlo de inmediato pero su búsqueda fue infructuosa.

Los últimos instantes de Santiago Nasar

Inocente de lo que ocurría, Santiago Nasar pasó por casa de su novia Flora que, de forma inusual, lo hizo entrar a casa, pese a las severas normas de su conservadora familia. Flora se había enterado de todo y estaba indignada por la supuesta infidelidad de Santiago, así que le devolvió sus cartas de amor, y deseó que lo mataran. Santiago no entendía lo que ocurría. Fue Nahir Miguel, padre de Flora quien, luego de hablar con ella, le advirtió a Santiago sobre la amenaza de los Vicario.

Santiago Nasar salió hacia su casa. La fatalidad del destino lo hizo salir por la puerta principal, cosa que nunca hacía, donde lo esperaban los gemelos Vicario. Así, a la puerta de la casa de su madre, Santiago Nasar fue asesinado a cuchilladas de manera brutal. Los gemelos se entregaron a las autoridades bajo el alegato de defensa del honor. Pasaron tres años bajo prisión.

Un reencuentro inesperado

No volvió a saberse de Bayardo San Román, pues él se había marchado. Tampoco se supo más sobre Ángela Vicario, ya que su madre trataba de sepultarla en el olvido. Sin embargo, el narrador logró reencontrarse con su prima Ángela más de 20 años después, quien le contó detalles sobre su suerte en aquellos años.

Finalmente supo que, tras aquel abandono, Ángela acabó por enamorarse de Bayardo San Román. A lo largo de más de dos décadas, le escribió cartas incansablemente rogando por su regreso, hasta que un día, ya vencido por el paso del tiempo, Bayardo volvió a ella para quedarse.

Análisis de Crónica de una muerte anunciada

cronica de una muerte anunciada
Fotograma de la película Crónica de una muerte anunciada, de Francesco Rosi.

En Crónica de una muerte anunciada, Gabriel García Márquez sorprendió a sus lectores con un relato literario que mezcla elementos de la crónica periodística, la novela policial y el realismo mágico.

Llaman la atención varios aspectos: primero, la ruptura de la linealidad temporal, pues el autor comienza anunciando el fin del relato. Segundo, el papel del narrador, que a veces describe los hechos con la objetividad de un investigador, y ocasionalmente aparece involucrado como un testigo más de aquel episodio. Tercero, la construcción de una especie de personaje colectivo, el pueblo que, por diversas razones, se muestra incapaz de detener un anuncio público y notorio.

Ruptura de la linealidad temporal

La ruptura de la linealidad temporal se produce desde el principio, cuando el narrador anuncia lo que será un hecho inevitable: el asesinato de Santiago Nasar. A través de este recurso, el narrador logra mantener al espectador en vilo ante las preguntas sobre cómo y por qué se desarrollaron los hechos.

De este modo, queda muy claro que la importancia de la historia no reside en la muerte de Santiago Nasar en sí, sino en las circunstancias, los acontecimientos que lo provocaron y su significado. Quizá, pudo haber sido cualquier otro, y no Santiago Nasar. Lo que salta a todas luces es que nadie lo evitó.

Este aspecto resulta fundamental: se trata del sacrificio de un hombre, probablemente inocente, pero en todo caso, sometido a una condena desproporcionada, que pudo haber sido evitado por cualquiera en el pueblo. Las razones para ello son varias.

Vemos en el relato dos fuerzas contrapuestas: por un lado, la responsabilidad colectiva sobre la violencia. Por el otro, la fatalidad del destino. ¿Vence una sobre la otra o acaso se alimentan?

El papel del narrador

El narrador juega con los elementos del relato periodístico de investigación, al mismo tiempo que se ofrece como "testigo" participante en los hechos. En efecto, el narrador es también primo de los Vicario, quien decidió reconstruir los hechos en torno al asesinato de Santiago Nasar.

Para ello, expone los datos de su investigación, obtenidos por la lectura de informes y a través de entrevistas a los involucrados. Por eso, sabe aquello que le cuentan los personajes, y también aquello que puede testimoniar.

De este modo, el narrador rompe los límites entre realidad y ficción, así como entre la crónica y el testimonio. Como personaje incorporado en aquel prejuicioso pueblo, el narrador es también parte del colectivo que nada pudo hacer por salvar a Santiago Nasar. Ni siquiera pudo "limpiar" su memoria.

El personaje colectivo

La responsabilidad colectiva se puede descomponer en varios aspectos. Primero, la cultura del honor, la cual reclama sangre sacrificial para restablecer el orden perdido. Esta cultura se ata directamente al prejuicio, que consume a todos y cada uno de los personajes de la novela.

La sangre sacrificial se concreta en dos aspectos: primero, la sangre que supuestamente certifica la virginidad de una mujer, la cual Bayardo San Román espera obtener en la noche de bodas. Segundo, simbólicamente la ausencia de esta sangre es reclamada por los gemelos Vicario cuando se proponen acuchillar a Santiago Nasar.

El prejuicio es colectivo. La novia del menor de los hermanos, Prudencia Cotes, es la clara representación de ello. Para este personaje, solo es un hombre digno quien es capaz de vengar la «deshonra» de una mujer. Se trata, pues, de una sociedad patriarcal que le ha asignado a los hombres el dominio y el control sobre los cuerpos de las mujeres, usando la sangre como moneda de cambio.

Junto a esto, encontramos el rumor, que no es otra cosa que un silencio ruidoso y cómplice, que hace de la persona señalada una víctima, pues para esta apenas hay silencio. Se esconden la sinceridad, la voluntad de bien y la proclamación de la verdad. Así, el silencio se presenta en la novela como un arma fatal. El silencio es la otra cara de la violencia que conduce a Santiago a la muerte. El silencio no es otra cosa que un pecado de omisión del personaje colectivo.

«La fatalidad nos hace invisibles»

El juez que investiga el caso no demora en concluir: «Dadme un prejuicio y moveré el mundo», y eso mueve los hilos del destino en la novela. No los dioses, ni el oráculo. Son los prejuicios los que determinan el destino fatal, y sus armas son el rumor y la omisión.

Si bien es cierto que la mayor parte de los personajes no hace nada por evitar la muerte de Santiago, algunos lo intentan, aunque sus esfuerzos resultan insuficientes. Lo intenta el alcalde Lázaro Aponte cuando le quita los cuchillos a los gemelos, pero no prevee que pueden buscar otros. Lo hace Cristo Bedoya cuando busca a Santiago, pero Próspera Arango le pide auxilio para su padre convaleciente.

Como si de una tragedia griega se tratase, el joven Santiago Nasar sucumbe ante la desgracia del destino. Es invisible ante los ojos de cualquier que quiera ayudarlo. Todo parece ocultarlo a la vista de la gente. Nadie lo ve a tiempo, ni él ve los signos de las casualidades fatales.

Santiago es entregado en sacrificio y, finalmente, su sangre derramada, quizá la de un inocente, hace que el orden sea restablecido. Por ende, la muerte de Santiago Nasar no es el fruto de un acto individual. Es la huella en sangre de una cultura.

Personajes de Crónica de una muerte anunciada

Personajes principales

Santiago Nasar: joven de 21 años, a cargo de la hacienda de su padre. Prometido con Flora Miguel y acusado de quitarle la virginidad a Ángela Vicario. Es asesinado por los gemelos Vicario para restituir el honor de la hermana.

Bayardo San Román: joven aventurero, próspero y talentoso que llega al pueblo en busca de una mujer adecuada para casarse. Se enamora al instante de Ángela Vicario y saca provecho de sus recursos económicos para obtenerla, así como para obtener la casa más hermosa del pueblo, propiedad del Viudo de Xius.

Ángela Vicario: hija de Purísima del Carmen y Poncio Vicario, cuya situación económica les anima a prometerla en matrimonio con Bayardo San Román. Es hermana de los gemelos Pedro y Pablo Vicario.

Pedro Vicario: gemelo mayor de Pablo Vicario y hermano de Ángela. 24 años de edad. Trabaja en un matadero de cerdos. Toma la iniciativa de matar a Santiago Nasar, pero no se siente convencido de hacerlo. Fue militar en el período de servicio y volvió a enlistarse después de la cárcel.

Pablo Vicario: gemelo menor de Pedro y hermano de Ángela. 24 años. Trabaja en un matadero de cerdos junto a su hermano. Es quien se empeña en asesinar a Santiago cuando Pedro vacila. Al salir de la cárcel, se casa con Prudencia Cotes.

Narrador: periodista. Primo de los hermanos Vicario, hijo de Luisa Santiaga y hermano de Margot, la Monja, Jaime y Luis Enrique.

Personajes secundarios

Casa de la familia Nasar

  • Plácida Linero: madre de Santiago.
  • Ibrahim Nasar: árabe, difunto padre de Santiago. Abusó de la cocinera de la casa, Victoria Guzmán.
  • Victoria Guzmán: cocinera de los Nasar. Percibe a Santiago como una amenaza para su hija.
  • Divina Flor: hija puberta de Victoria Guzmán. Se siente sexualmente amenazada por Santiago Nasar.

Casa de la familia Vicario

  • Poncio Vicario: padre de Ángela y los gemelos Pedro y Pablo. Orfebre que pierde la vista a causa de su oficio, motivo por el cual la situación económica agrava y los gemelos deben trabajar en un matadero de cerdos.
  • Pura Vicario: esposa de Poncio Vicario y madre de Ángela, Pedro y Pablo. Es una mujer conservadora que vigila a su hija.

Familia del narrador

  • Luisa Santiaga: madre del narrador y madrina del bautizo de Santiago.
  • Margot: hermana del narrador, siempre enamorada de Santiago Nasar.
  • La monja: hermana del narrador.
  • Jaime: hermano del narrador.
  • Luis Enrique: hermano del narrador.
  • Wenefrida Márquez: tía del narrador, vive al lado de Santiago Nasar.

Casa de la familia Miguel

  • Flora Miguel: Novia de Santiago Nasar.
  • Nahir Miguel: Padre de Flora Miguel, novia de Santiago Nasar.

Autoridades

  • Padre Carmen Amador: sacerdote local. Estudió medicina antes de ser sacerdote.
  • Leonardo Pornoy: agente de policía, quien informa a Lárazo Aponte las intenciones de los gemelos.
  • Lázaro Aponte: Coronel de la academia retirado y alcalde municipal.
  • Juez Instructor: juez de poca experiencia y carácter filosófico. Duda que Santiago Nasar haya sido culpable de la deshonra de Ángela, pero no encuentra información para probarlo.
  • Obispo: tiene una visita programada al pueblo, que coincide con el día de la muerte de Santiago Nasar. En su visita, no llega a bajarse del buque, ya que aborrece al pueblo.

Otros personajes del pueblo

  • Suseme Abdala: matriarca de la comunidad árabe local.
  • Yamil Shaium: miembro de la comunidad árabe local.
  • María Alejandrina Cervantes: dueña de un prostíbulo. Santiago Nasar perdió su virginidad con ella y se enamoró de María Alejandrina en su adolescencia.
  • Doctor Dionisio Iguarán: médico.
  • Prudencia Cotes: novia de Pablo Vicario. Cree que este debe vengar la deshonra de su hermana.
  • Faustino Santos: carnicero.
  • Viudo de Xius: esposo de la difunda Yolanda, y antiguo dueño de la casa que será de Bayardo San Román.
  • Cristo Bedoya: amigo de Santiago Nasar.
  • Clotilde Armenta: dueña de la tienda de leche.
  • Rogelio de la Flor: marido de Clotilde Armenta.
  • Polo Carrillo: dueño de la planta eléctrica.
  • Fausta López: mujer de Polo Carrillo.
  • Aura Villeros: comadrona.
  • Sara Noriega: tendera.
  • Poncho Lanao: vecino. Vive al lado de los Nasar.
  • Argénida Lanao: hija de Poncho Lanao.
  • Próspera Arango: vecina.
  • Mercedes: vecina.
  • Magdalena Oliva: vecina.
  • Hortensia Baute: vecina.
  • Mercedes Barcha: vecina.
  • Indalecio Pardo: vecino.
  • Meme Loiza: vecina.
  • Escolástica Cisnero: vecina.
  • Celeste Dangond: vecino.

Familia San Román

  • General Petronio San Román: padre de Bayardo San Román.
  • Alberta Simonds: madre de Bayardo San Román.

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Andrea Imaginario
Andrea Imaginario
Profesora universitaria, cantante, licenciada en Artes (mención Promoción Cultural), con maestría en Literatura Comparada por la Universidad Central de Venezuela, y doctoranda en Historia en la Universidad Autónoma de Lisboa.