El Silbón: descubre la tenebrosa leyenda


Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
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El Silbón es un ser siniestro que habita los llanos venezolanos y colombianos, persiguiendo a quienes transitan por allí. Es posible identificarlo por su tétrico silbido que asemeja la escala musical (do, re, mi, fa, sol, la, si).

Es un personaje muy engañoso, pues si el sonido se siente cerca, es porque está lejos y, si se oye a la distancia, es mejor huir.

Se trata de una figura delgada y muy alta, algunos dicen que mide hasta tres metros, que carga un saco con huesos y ocupa un gran sombrero.

Orígenes e historia del Silbón

La leyenda se originó hace siglos en las llanuras de Guanarito, estado de La Portuguesa, Venezuela. Con el tiempo, se extendió también a Colombia.

Existen varias versiones de cómo surgió el Silbón. La más difundida cuenta que era un joven malcriado que pasaba sus días bebiendo en la taberna. Sus amigos y conocidos le llamaban así porque se la pasaba silbando.

Escultura del Silbon
Escultura El Silbón
Parque Las Malocas, Villavicencio, Colombia

Un día se enojó porque la comida no era de su agrado, pues el quería vísceras de venado. Su padre salió a cazar, pero regresó con las manos vacías. En un ataque de ira, lo asesinó brutalmente y le arrancó las entrañas para satisfacer su deseo.

Otra de las narraciones más conocidas afirma que el asesinato se debió a que el padre había abusado de su mujer y no pudo contener la rabia y lo mató con sus propias manos.

Ante esta situación, el abuelo se enfureció y, como castigo, lo azotó y luego le puso ají en las heridas para que resultara aún más tortuoso. Tras esto, lanzó un perro rabioso tras él. Algunas fuentes afirman que así fue como murió y se convirtió en alma en pena. Otras, dicen que fue exiliado del hogar familiar y condenado a vagar eternamente con los huesos de su padre, como recordatorio de su crimen.

Sin importar en qué momento murió, fue maldecido por los suyos y por eso está destinado a vagar eternamente por los llanos, buscando nuevas víctimas. Sus preferidos son los borrachos y mujeriegos, a los que les succiona el alcohol y les quita los huesos que suma a su colección.

Monumento El Silbón
Monumento a El Silbón
Guanarito, estado Portuguesa, Venezuela

También se relata que suele sentarse afuera de una casa a contar los huesos que ha acumulado como si fuesen trofeos. Si nadie logra escucharlo y lo ahuyenta, al día siguiente un miembro de ese hogar amanece muerto.

Los únicos amuletos para mantenerlo alejado es llevar ají o estar acompañado por un perro.

El Silbón en la cultura popular

Actualmente, la leyenda del Silbón es una de las más populares en el imaginario de Venezuela. Es una historia que se le suele contar a los niños y que sirve para asustarlos. También hay teorías que afirman que fue inventada por terratenientes para impedir que los campesinos salieran por la noche y les robaran el ganado.

Su popularidad es tan grande que todos los años se realiza el Festival Internacional El Silbón en la zona de los Llanos. El evento fue creado en 1975, dura tres días, se realiza en noviembre y convoca a músicos, bailarines, declamadores e improvisadores.

Es una actividad en la que se difunde el talento y folclor local. Allí se puede encontrar baile, contrapunteo, canto, copla, cacho llanero, poema inédito, voces clasificadas y ejecución de arpa, cuatro, maraca, bandola y bajo.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.