Hermanos Ayar: la leyenda de los inicios del Imperio Inca
La leyenda de los hermanos Ayar explica el origen de la Civilización Inca y la fundación de la ciudad del Cusco en Perú.
Según la tradición, Inti, el dios del sol, envió a cuatro hermanos a un largo viaje lleno de desafíos. Su objetivo era encontrar un lugar donde asentarse y así dar inicio a una gran Imperio.
La leyenda
Hace mucho tiempo, el dios Inti decidió que era necesario civilizar a la humanidad. Para ello envió a cuatro hermanos y sus esposas, nacidos de las cimas del cerro Tampu Tocco, a realizar un peligroso viaje. La misión de Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Uchu y Ayar Auca era dar con un sitio fértil donde establecerse.
Llevaban consigo una varilla de oro, que sería utilizada para encontrar el lugar adecuado para asentarse. Allí donde la varilla se hundiera fácilmente, sería el espacio escogido por los dioses.
A lo largo del camino, Ayar Cachi, el más fuerte y poderoso, comenzó a causar problemas debido a su naturaleza belicosa. Temiendo su poder, los otros hermanos lo engañaron y lo encerraron en una cueva para evitar más conflictos.
Luego de esto, continuaron con su camino y se encontraron con un ídolo de piedra en la montaña Huanacaure. Todos se detuvieron ante esta visión, pero Ayar Uchu saltó sobre su espalda y así fue convertido en piedra.
Lamentando la pérdida de sus hermanos, los dos que quedaban siguieron con la búsqueda. Sin embargo, Ayar Auca se transformó en una huaca (un objeto sagrado), quedando como un protector espiritual de la región.
Después de todos estos terribles sucesos, Ayar Manco finalmente encontró un paraje propicio. Allí hundió la varilla de oro en la tierra, señalando que este era la zona elegida para establecer su nuevo asentamiento.
De este modo, se convirtió en Manco Cápac y junto a su esposa, Mama Ocllo, fundó la ciudad del Cusco, que se convertiría en el corazón del gran Imperio Inca.
Protagonistas de la historia: los hermanos Ayar
Ayar Manco
También llamado Manco Cápac, era el líder del grupo y fue quien dio inicio al Imperio Inca. Luego de todos los inconvenientes sufridos en el camino, Ayar Manco logró llegar al valle del Cusco y, según la leyenda, fue el único de los hermanos que sobrevivió.
Representa al fundador y organizador de la civilización inca. Es considerado un semidiós y un símbolo de liderazgo.
Ayar Cachi
Era el más fuerte y poderoso, conocido por su carácter violento y su fuerza descomunal.
Durante el viaje sus hermanos comenzaron a temerlo. Por ello, lo engañaron y lo encerraron en una cueva, sellándola para así evitar que pudiera salir.
Representa la fuerza descontrolada que debía ser contenida para garantizar la unidad y el equilibrio del grupo.
Ayar Uchu
Se le describe como sabio y reflexivo. Durante el viaje, tomó el papel de mediador.
Ayar Uchu se convirtió en piedra en el cerro Huanacaure, un sitio considerado sagrado por los incas. De este modo, su transformación subraya el vínculo entre lo humano y lo divino en la cosmovisión andina.
Ayar Auca
Era un guerrero audaz y decidido, encargado de explorar los territorios.
Según la leyenda, se transformó en una huaca (lugar u objeto sagrado) en una colina mientras exploraba. Esto se interpreta como un sacrificio necesario para proteger y bendecir las tierras que el pueblo iba a habitar.
Simboliza la valentía y la exploración en busca de nuevos territorios.
El legado de la leyenda
La leyenda no solo relata el origen de la civilización inca, sino que también refleja los valores de liderazgo, sacrificio y unión con lo sagrado. La fundación del Cusco, en este relato, tiene una profunda dimensión mítica, ya que no solo es un acto político o social, sino también un mandato divino.
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