La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick: resumen y análisis de la película

Carolina Marcello
Carolina Marcello
Magíster en Estudios Literarios, Culturales e Interartes
Tiempo de lectura: 18 min.

La naranja mecánica (A Clockwork Orange, en inglés) es una película del año 1971. Fue dirigida y adaptada al cine por Stanley Kubrick y está basada en la novela homónima de Anthony Burgess, publicada en 1962.

Póster de La naranja mecánica
Póster de La naranja mecánica

La historia se desarrolla en el Reino Unido en un futuro distópico marcado por la violencia y el autoritarismo. Alexander Delarge, el protagonista, lidera una banda de jóvenes marginales que esparce el caos a través de actos de violencia injustificados.

La naranja mecánica relata los crímenes de una banda de jóvenes británicos liderada por Alex. Este, tras haber sido juzgado y condenado a prisión por sus acciones, acepta someterse a un tratamiento psiquiátrico llamado Ludovico a fin de reducir el tiempo de la condena, tratamiento que aún se encuentra en fase experimental. Entonces, todo da un giro inesperado.

Al explorar cuestiones sociales y políticas intemporales, La naranja mecánica reflexiona sobre temas como la delincuencia juvenil, la psiquiatría, el libre albedrío y la corrupción moral de las autoridades. Perturbadora y repleta de imágenes crudas de violencia, se ha convertido en una película de culto aclamada por el público y la crítica y se ha erigido como una de las obras icónicas de Kubrick.

Trailer de la película


Resumen de la película

Inicio del relato

escena

La película comienza con Alex, Dim, Pete y Georgie sentados en una mesa de su bar preferido. Con la ropa llena de sangre, beben "leche con" (con drogas mezcladas) mientras deciden qué harán esa noche. Desde el inicio, es evidente su tedio, su falta de propósito vital y de sentido común.

Aquello que los une es el deseo de violencia y caos: son una banda, lo que queda claramente en evidencia con los atuendos que usan cual uniformes.

Ataque al mendigo

Tan pronto como abandonan el bar, encuentran a un viejo borracho cantando, tirado en el suelo. Los compañeros lo rodean y comienzan a amenazarlo.

Listo para la agresión, el mendigo demuestra indiferencia delante de la propia muerte, esbozando con sus palabras el retrato de una realidad distópica en la cual se encuentran: "No quiero vivir, no en un mundo sucio como este".

Desarrollo del relato

Lucha de bandas

La banda continúa su camino hacia un cine abandonado en el que está ocurriendo una violación colectiva. La crueldad del acto contrasta con la banda sonora. Se trata de una música alegre que sugiere un ambiente de circo o romería. A través de esto se simboliza la idea de la violencia como espectáculo o acto lúdico.

Alex y los compañeros interrumpen la escena, no para salvar a la víctima, sino para sorprender a los atacantes. Billyboy y sus compañeros son una banda rival. La existencia de otra banda subraya el peso de la delincuencia juvenil en esta Inglaterra distópica.

billyboy

Los protagonistas vencen en la batalla y huyen eufóricos. Roban un carro y Alex conduce enloquecidamente, arriesgando su propia vida para sentir la adrenalina, única forma de sentir placer. Provocan accidentes intencionalmente como si se tratase de un juego, buscando risas y ataques de ultra violencia.

Ataque a Frank y a su esposa

Esa misma noche, la banda toca a la puerta de un escritor y su mujer. Alex dice que tuvo un accidente y que necesita usar el teléfono para pedir ayuda. El matrimonio los deja entrar y luego la banda invade la casa, tapando sus rostros con narices falsas y máscaras que recuerdan el carnaval, la alegría y la diversión.

Mientras ríe y canta la canción "Singing in the rain", Alex golpea al hombre y la banda viola a la mujer hasta matarla. La escena demuestra que, en aquel mundo sádico, cualquier gesto de empatía se transforma en vulnerabilidad.

crimen

La vida de Alexander Delarge

Después de cometer los crímenes los bandidos regresan a su casa. El edifico donde Alex vive está desierto, con escombros en el piso, mostrando un escenario casi apocalíptico. El lugar parece abandonado de repente, como si ya no fue habitado.

El protagonista se acuesta en la cama y escucha la Novena Sinfonía de Beethoven, su pieza musical preferida, mientras recuerda e imagina escenas de violencia y muerte. Por la mañana, el espectador descubre que el criminal vivía con sus padres y estaba matriculado en la escuela.

padres de alex

Alex no asiste a clases y se queda durmiendo. Entre tanto, sus padres conversan y se preguntan cuál será el asunto que lo mantiene en la calle hasta tan tarde. Con todo, ambos están desconectados, cansados, sin tiempo ni disposición para vigilar el comportamiento del hijo.

Reciben la visita del consejero escolar, quien sospecha que Alex y su banda son los autores del crimen en contra del escritor. Les hace saber que el joven será juzgado como adulto y corre el riesgo de ir preso. Observando su propia vida, los padres se preguntan dónde estará el origen de este resentimiento, sin encontrar una explicación: "Tienes una buena casa, buenos padres que te aman... ¿Es acaso algún demonio que llevas dentro?"

Pelea entre los compañeros

Alex golpea a Dim cuando están en el bar y este comienza a reírse de una mujer que está cantando la Novena Sinfonía. Dim le responde: "Ya no soy tu hermano". Aunque el roce parece pasajero, queda sembrada la semilla de la discordia en el grupo.

Mientras Alex tiene sexo con dos mujeres que conoce en la tienda de discos, el resto de la banda cuestiona su liderazgo y manifiesta desear encargos mayores y más dinero.

Cuando regresa, escucha los planes de sus compañeros y decide marcar su posición: arroja a Georgie y a Dim al río y le provoca una herida al segundo en la mano cuando fingía extender el brazo para ayudarlo. En la siguiente escena, ya están fuera del agua, pero la amistad ha sido marcada. Alex cede al plan de los compañeros e invade la casa de la "mujer de los gatos".

Ataque a la casa de la mujer de los gatos y traición de la banda

mujer de los gatos

El trabajo parece simple: la casa está llena de obras de arte y otros objetos valiosos, y es custodiada apenas por una mujer que vive con sus gatos. Cuando tocan el timbre, Alex usa la misma excusa que con el escritor: afirma haber tenido un accidente y necesitar un teléfono para pedir ayuda. La mujer lo reconoce y llama a la policía de inmediato.

Enmascarado, el protagonista invade la casa y lucha con la mujer, a quien asesina con una estatua en forma de pene. Este objeto adquiere un carácter simbólico ya que hace referencia a las agresiones sexuales que atraviesan la narración.

Sus compañeros lo esperan en la puerta, pero quiebran una botella en su rostro y lo lo dejan temporalmente ciego. Tumbado en el suelo, sin poder escapar de la policía, es encarcelado. Su desespero ante su propio dolor contrasta con el placer que siente ante el dolor ajeno: por primera vez, puede verse algo de humanidad y fragilidad en él.

Alex en la prisión y la visita del ministro

sacerdote

En la delegación, Alex es golpeado por un grupo de policías. Así, los papeles se intercambian y Alex pasa a ser víctima de violencia. Su consejero lo visita y, conociendo el crimen, lo repudia y le escupe en la cara. Es condenado a 14 años de prisión.

En la cárcel, Alex comienza a estudiar la Biblia y siente fascinación por todos los episodios sangrientos. Establece una relación con un sacerdote, con quien habla sobre el tratamiento Ludovico. El tratamiento, aún en fase experimental, pretendía rehabilitar a los criminales en tiempo récord, eliminando sus impulsos a través del condicionamiento psicológico.

El protagonista descubre que el ministro visitará la prisión buscando conejillos de indias para aplicar el tratamiento, así que le pide al sacerdote que lo recomiende. Este siente desagrado ante la idea y le explica que este método no cura a nadie, sino que apenas suprime la voluntad (libre albedrío).

A propósito, afirma el sacerdote: "La cuestión es si el tratamiento realmente hace bueno a alguien. La bondad viene de adentro. Es una elección. Cuando un hombre no tiene elección, deja de ser un hombre".

Tratamiento Ludovico

Ludovico

Después de ser inyectado con una droga, Alex es inmovilizado con un chaleco de fuerza. Lleva además un casco de motorizado y pinzas en los ojos para obligarlo a mantenerlos abiertos. Al ser sometido a imágenes de violencia extrema, comienza a sentirse mal y empieza a sentir los efectos de la terapia de adversión. "Es curioso como los colores del mundo real solo parecen reales cuando los vemos en una pantalla", dice.

Después de escuchar el monólogo interior del protagonista, se oye la explicación de los científicos: la droga provoca parálisis y terror, dejando al paciente más vulnerable a las sugestiones de condicionamiento. Así, el método Ludovico combate la crueldad a través de más crueldad.

Eso se hace más evidente cuando la enfermera declara, delante del sufrimiento del paciente que: "La violencia es una cosa terrible. Eso es lo que estás aprendiendo ahora. Tu cuerpo está aprendiendo".

El cuerpo de Alex es forzado a reaccionar negativamente delante de cualquier escenario que envuelva agresividad o sexo. Por casualidad, la Novena Sinfonía suena en uno de los vídeos, lo que hace al joven gritar que aquello "es un pecado". El científico lo consuela diciéndole que será liberado.

En la escena siguiente, el antiguo delincuente es exhibido en un palco con el ministro, quien tiene la intención de demostrar que el método Ludovico fue creado para proteger a los ciudadanos de bien. Para lograrlo, muestra la pasividad de Alex ante insultos, humillaciones y agresiones. Además, una mujer semidesnuda es presentada a Alex, quien al tocar sus senos se comienza a sentir mal nuevamente. El público aplaude complacido.

El sacerdote reacciona en contra de ese espectáculo degradante, subrayando que no se trata de una recuperación verdadera y que no existe sinceridad en los actos de Alex, tal como él lo había previsto: "Dejó de ser un criminal pero dejó también de ser una criatura capaz de hacer elecciones morales".

El ministro afirma que el Estado no está preocupado por cuestiones de ética, sino por la disminución del crimen y concluye afirmando que el joven, ahora dócil, está listo para ser crucificado y no para crucificar.

Violencia policial y refugio en la casa del escritor

humillacion

El efecto del tratamiento se vuelve noticia muy pronto. Alex intenta regresar a casa de sus padres, pero es rechazado. Solo, vaga por la calle hasta que encuentra al viejo mendigo que había golpeado. Este lo reconoce y llama a sus compañeros, quienes lo golpean sin que logre defenderse.

Dos policías irrumpen en la escena: son Dim y Georgie, que ahora cumplen funciones como agentes de las autoridades pero siguen siendo unos criminales. Llevan a Alex a un bosque y lo golpean en busca de venganza.

Él logra escapar y pide ayuda en una casa. Allí vive el escritor, ahora viudo y paralítico. El hombre decide ayudarlo y darle refugio sin advertir de quién se trata. Frank es, después de todo, un intelectual disidente que critica duramente las medidas autoritarias del gobierno. Para él, el arma usada por los gobiernos autoritarios para controlar al pueblo es el miedo: "Las personas comunes venden la libertad por una vida más tranquila".

Pero aunque Frank no está de acuerdo con el uso de la violencia como medio punitivo, todo cambia al reconocer la voz de Alex cuando canta "Singing in the Rain" y decide cobrar venganza. Sabiendo que la Novena Sinfonía ahora le incita a un estado suicida, el escritor le pone un somnífero en la sopa y lo encierra en un cuarto.

Alex despierta con el sonido de la música, a través de columnas de sonido enormes, desesperando de tal manera que se lanza por la ventana.

Desenlace

ministro

El protagonista despierta en el hospital con algunas heridas en su cuerpo. Su mente, sin embargo, parece haber vuelto a lo que era antes del método Ludovico. Así, recupera su modo de hablar, su arrogancia y su imaginación violenta. Su rostro aparece una vez más en la prensa, pero esta vez es reseñado como una víctima del tratamiento. Una mancheta dice: "Gobierno asesino".

El ministro visita a Alex y se disculpa, pero sus intenciones son evidentes: quiere borrar su mala imagen y callar a la oposición que, según él, está haciendo un uso político del caso. Le da la comida en la boca mientras le promete una gran suma de dinero y buen trabajo si se pone al lado suyo ante los medios.

Así, el joven acepta el soborno, las puertas del cuarto se abren y de repente comienzan a entrar ramos de flores, periodistas y cámaras. En segundos, la farsa es construida y crean un espectáculo para engañar al pueblo. El ministro y el criminal ahora son fotografiados juntos.

Alex está de vuelta y es una estrella. Su condicionamiento fue revertido y sus instintos continúan vivos, lo que se hace notorio en la escena final, cuando se imagina teniendo sexo con una mujer en la nieve y una multitud aplaudiendo la escena.

Ver también:

Personajes del elenco

Alexander Delarge (Malcolm McDowell)

alex

Alexander Delarge es un joven sociópata, líder de una banda, apasionado por la música clásica y la violencia gratuita. Es traicionado, encarcelado y sometido al tratamiento Ludovico que altera totalmente la personalidad. Al final, sufre una caída que, en un golpe de suerte, deshace los efectos del tratamiento.

Dim y Georgie (Warren Clarke y James Marcus)

dim y georgie

Junto a Pete (Michel Tarn), Dim y Georgie forman el resto de la banda. Los compañeros desafían al líder y lo traicionan. Regresan como policías, revelando que continúan siendo peligrosos al aprovecharse de la posición de poder que ahora tienen.

Sacerdote (Godfrey Quigley)

sacerdote

Representante de la Iglesia Católica, el sacerdote solo cree en la rehabilitación a través del arrepentimiento y del perdón de Dios.

Es, desde el inicio, el mayor oponente al tratamiento Ludovico. Defiende que cada uno deber ser responsable de sus acciones y estar apto para tomar sus propias decisiones, buenas o malas.

Ministro del Interior (Godfrey Quigley)

ministro

Como representante del gobierno al que solo le importa el dinero y el ejercicio del poder, el ministro promueve el tratamiento Ludovico para solucionar el problema del crimen, sin tomar en cuenta las cuestiones éticas implicadas.

Después del intento de suicido de Alex, su visita ilustra la demagogia de un político capaz de todo para engañar al pueblo.

Frank Alexander, el escritor (Patrick Magee)

A pesar del ataque que mató a su mujer y que lo dejó parapléjico, el escritor está en contra del tratamiento Ludovico. Como intelectual de izquierda, cree que se trata de una medida de un gobierno totalitario, lo que lo mueve a ayudar a Alex sin saber que se trataba del causante de su desgracia. Por ende, su compasión desaparece cuando reconoce de quién se trata, lo que despierta en él su sed de venganza.

Análisis de la película y temas abordados

mendigo

Delincuencia juvenil

Causada por varios factores políticos y sociales, la delincuencia juvenil es ilustrada a lo largo de la película. Alex y sus compañeros son adolescentes frustrados, sin objetivos, que solo sienten entusiasmo a través del consumo de drogas y de la práctica de actos violentos.

En el interior de las propias bandas, las jerarquías y estructuras de opresión social se repiten con líderes tiranos como Alex Delarge.

Relaciones humanas precarias y sexo como agresión

Los comportamientos erráticos de esta juventud son el resultado de una sociedad enfermiza donde las relaciones humanas son prácticamente inexistentes. Las familias, totalmente distanciadas de los adolescentes, no logran controlarlos ni disciplinarlos. Con el tiempo, consumidos por el trabajo y el cansancio, ejercen una paternidad negligente y abandonan a los hijos.

Las relaciones de amistad y hermandad entre los compañeros también revelan fragilidad, luchas y traiciones. De allí viene la soledad absoluta de estos individuos que no pueden depender de nadie ni confiar en nadie.

La sexualización extrema que atraviesa toda esta sociedad se traduce en una "objetivación" notoria de las mujeres que pasan a ser vistas como presas que los hombres cazan por diversión. Así, siguiendo sus instintos más animalescos, transforman el sexo en violación, ataque y mera demostración de poder.

Abuso de poder y autoritarismo

Una de las principales reflexiones a las que conduce la película es la legitimidad de las medidas punitivas y de contención del crimen promovidas por el gobierno. Usando todas las armas, sin medir las consecuencias morales y éticas, la justicia también se vuelve criminal.

Los prisioneros son encarados como un problema que debe ser resuelto a toda costa, aun cuando eso implique olvidar sus derechos, su humanidad y su individualidad, controlando sus mentes.

El Estado autoritario intenta resolver los problemas sociales a través de la violencia, sin reeducación. La transformación en los individuos no ocurre gracias a la voluntad propia sino a consecuencia de la manipulación o el condicionamiento, semejante usado con los animales. Alex Delarge y sus compañeros de crimen son productos y síntomas de esta sociedad distópica.

Significado

Según las declaraciones del propio director, La naranja mecánica es una sátira social que reflexiona sobre los maleficios del condicionamiento psicológico en las manos de un gobierno autoritario que tiene la oportunidad de formar las mentes de sus ciudadanos.

Tal como lo expresa el sacerdote, la bondad es solo real si parte de la voluntad del sujeto. Alex aprende a portarse bien, pero no por elección propia, sino a través de la fuerza institucional que lo obliga a ser un ciudadano modelo. Como una naranja mecánica (metáfora que da título a la película), su interior es robótico, aun cuando parezca natural por fuera.

Curiosidades sobre La naranja mecánica

Van Gogh

Malcolm McDowell, el actor principal, se lastimó un ojo durante el rodaje por el equipo utilizado en las escenas del tratamiento Ludovico.

Para crear la estética de la banda, Kubrick se inspiró en dos tribus sociales británicas que eran rivales: los mods y los rockers.

El autor del libro inventó un idioma, el Nadsat, jerga utilizada por la banda con rimas. Está basada en las lenguas eslavas, en el ruso y en el cockney (rimas de la clase obrera británica).

La película tiene errores de continuidad deliberadamente para confundir al espectador, como la posición de los platos y los vasos.

La naranja mecánica no se exhibió en el Reino Unido por decisión de Kubrick tras las críticas que recibió. Además, fue censurada en Brasil: primero fue prohibida su exhibición y luego fue proyectada bloqueando los desnudos.

Que Alex cantara "Singing in the Rain" no hacía parte del guión. El director filmó la escena varias veces pero sentía que le faltaba algo, así que le pidió al actor que cantara y bailara. Esa es la canción que él recordó en ese momento.

La escena de los prisioneros andando en círculo en el patrio mientras Alex conversaba con el sacerdote, recrea un cuadro de Van Gogh llamado Prisioneros ejercitando (1890).

Stanley Kubrick, director

Kubrick

Stanley Kubrick (26 de julio de 1928 - 7 de marzo de 1999) fue un director, guionista y productor de cine norteamericano. Considerado uno de los mayores directores de la historia, hizo películas altamente polémicas que proponen reflexiones profundas sobre la humanidad y la vida social.

La naranja mecánica es considerada por muchos su película más disruptiva, alcanzando el estatus de película de culto y conquistando con gran éxito al público a través del tiempo.

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(Texto traducido por Andrea Imaginario).

Carolina Marcello
Carolina Marcello
Magíster en Estudios Literarios, Culturales e Interartes (2014) y licenciada en Estudios Portugueses y Lusófonos (2011) por la Universidad de Oporto (Portugal).