Machu Picchu: su arquitectura y significados sagrados
Machu Picchu, que significa 'Montaña Vieja' en quechua, es el nombre que hoy se le da a una antigua ciudad incaica, ubicada en la cima de la montaña homónima. Esta montaña alberga una obra compleja de arquitectura e ingeniería. Aunque es uno de los destinos turísticos más admirados, las ruinas de Machu Picchu siguen albergando misterios que cautivan a investigadores y curiosos.
¿Qué hace de este lugar un monumento de ingeniería tan portentoso? ¿Por qué y para qué los incas construirían una ciudad en un lugar tan alto y remoto? ¿Cómo lograrían algo semejante sin conocer la rueda o sin tener herramientas de metal? ¿Por qué los españoles no hablaron de esta ciudad en sus bitácoras de viaje? ¿Y por qué no la destruyeron, como hicieron con otros monumentos precolombinos?
El emplazamiento: el paisaje sagrado
La construcción de la ciudad de Machu Picchu representó un enorme reto de ingeniería a consecuencia de su ubicación. Está emplazada en la cima de la montaña sagrada, que en tiempos antiguos requería cinco días de viaje.
No obstante, el verdadero problema no era la altura, sino que se encontraba en el medio de dos fallas sísmicas importantes, y, por si fuera poco, la alta pluviosidad de la zona generaba derrumbes constantes. ¿Por qué, entonces, el emperador inca Pachacútec insistió en emplazar allí la ciudad?
Analicemos las razones de la elección. Desde el punto de vista práctico, el emplazamiento tenía a su favor un manantial de agua y un yacimiento de granito, del que hicieron cantera. Pero esas no eran motivaciones suficientes.
Algunos investigadores atribuyen esto a la llamada teoría del paisaje sagrado. De acuerdo con los testimonios de los españoles, los incas adoraban al Sol, al Agua y a las Montañas como auténticos dioses. Además, creían que la contemplación de la naturaleza divina les transfería ciertos dones o, en todo caso, los fortalecía.
Observa en este vídeo los efectos de luz sobre el emplazamiento en el que se ubica Machu Picchu:
Si la montaña estaba ubicada en el centro de un complejo montañoso que ellos adoraban y, además, el río sagrado Urubamba pasaba a su lado, todo se vuelve, entonces, más comprensible: Machu Picchu tenía un significado sagrado.
Las terrazas
La ciudad no comenzó a ser construida por la cima, ya que esto hubiera acabado en derrumbes. El primer reto de ingeniería era lograr un soporte firme y estable para la ciudad y proveerla de terreno cultivable, ya que estaba muy alejada del campo. Los ingenieros incas idearon un sistema de terrazas que cumplieron dos funciones: una estructural y otra agrícola.
Como es de suponer, el primer uso fue estructural. Los albañiles comenzaron por construir un sistema de drenaje por medio de terrazas, cuya función era distribuir el agua recibida por las lluvias hacia el suelo, evitando la erosión del terreno superficial.
Estas terrazas eran construidas con un sistema de capas organizado de la siguiente manera: en la base, una capa de piedras grandes, sobre esta, una capa de grava, luego una capa de arena y, finalmente, una capa de mantillo. Este sistema permitía la absorción del agua pluvial y su control.
Para dar soporte a la construcción, comenzaron a construir estas terrazas desde la base de la montaña y, progresivamente, fueron añadiendo peldaños hasta la cima.
Las terrazas fueron utilizadas también como campos de cultivo para facilitar la agricultura en aquella montaña escarpada. Así, pequeñas porciones de tierra organizadas en terrazas permitieron el cultivo del maíz, principal alimento de Machu Picchu.
Fuentes y canalizaciones
Resuelta la base estructural, los ingenieros incas crearon un sistema de fuentes y canalizaciones. Las fuentes estaban distribuidas por toda la ciudad, alimentadas por el manantial natural de la montaña. La primera fuente fue ubicada en la casa del emperador para garantizar la pureza.
El sistema de canalización o alcantarillado, que suma más de cien alcantarillas, transportaba el agua hacia una plaza central, debajo de la cual se construyó una terraza especial que llevaba una capa de mantillo, otra de arena y una más de rocas de granito que, seguramente, provenían de los restos de las canteras.
La arquitectura: templos, edificios y técnicas
El emperador inca Pachacútec, que quiere decir “aquel que rehace al mundo”, fue el que ideó y ordenó este portento de la ingeniería. No obstante, sobre las intenciones o usos de este lugar, aún no existen informaciones concluyentes, sino interpretaciones elaboradas a la luz de los hallazgos arqueológicos.
En la ciudad de Machu Picchu hay al menos 200 estructuras arquitectónicas hechas en roca cuadrada. Sin embargo, no hay esculturas. Esta ciudad albergaba entre 300 y 1.000 personas. No se trata de una ciudad amurallada, así que su uso militar queda descartado. Pero ciertamente, esta ciudad es una manifestación pública del poder del emperador. Esa sería su primera función: la conmemoración del triunfo del conquistador Pachacútec.
Quedan así dos posibilidades en pie, que no se contradicen entre sí: la ciudad tenía una función religiosa y, a su vez, proveía de descanso al emperador y a sus visitantes. Estas hipótesis surgen de dos pruebas: la presencia de templos y el hallazgo de diversas osamentas.
A partir del estudio de las osamentas, se ha comprendido que en Machu Picchu no vivía la clase obrera como tal, sometida a trabajos forzados, sino una clase de sirvientes que estaban a cargo de las necesidades reales.
Pero es de recordar que, además, el emperador era adorado como un verdadero ídolo, como un dios. De hecho, la procesión de Corpus Christi que hoy se celebra en el Cuzco es una cristianización de la fiesta inca que trasladaba el cuerpo momificado del emperador. Es justamente por ello que en Machu Picchu se cultivaba fundamentalmente maíz, alimento reservado para las altas esferas del poder, imagen de lo divino.
Así, además de las casas de habitación, en esta ciudad inca se encuentran las siguiente edificaciones:
- El templo de las tres ventanas.
- El templo del Sol: roca que se alumbra en el solsticio.
- El grupo del cóndor, que recibe ese nombre por el piso tallado y las alas de piedra.
- Pilar Intihuatana.
Mampostería inca
Todos los edificios de Machu Picchu fueron construidos por medio de una técnica que aún hoy sorprende a los ingenieros. La mampostería inca tiene la particularidad de garantizar totalmente la estabilidad de la construcción sin usar mortero alguno.
La técnica consistía en lo siguiente: primero, desde la cantera formaban una especie de cuello en el bloque para facilitar un quiebre. Con bloques de piedra grandes ejercían un martilleo directo sobre la zona. Luego, suavizaban la superficie con bloques más pequeños.
Hecho esto, trasladaban la roca por medio de troncos o sobre lodo hasta el lugar de emplazamiento. Allí, subían la roca a su posición, primero sobre una cuña para cuadrar el ángulo. La cuña era retirada con un golpe certero y, ya puesta la roca, la modelaban en el sitio para igualarla a las vecinas.
El pilar sagrado intihuatana
De los monumentos de Machu Picchu uno merece particular atención: el pilar sagrado Inti Huatana o Intihuatana, expresión que quiere decir 'donde se amarra el sol'.
Se cree que pudo haber sido un calendario astronómico. Este monolito sorprende por varios aspectos: se encuentra ubicado en el punto más alto, en el centro de la ciudad y en centro del paisaje global. Está alineado a la vez con los cuatro puntos cardinales y los cuatro dioses de la montaña, es decir, los cuatro picos de la región.
Además de este pilar, la ciudad está rodeada de otros pilares tallados, puntales que demarcan los límites de la ciudad y eran concebidos también como íconos sagrados.
Breve historia de los incas en Machu Picchu
El imperio inca se consolidó a mediados del siglo XV d. de C., específicamente hacia 1440. Fue consecuencia de las conquistas de Pachacútec, conocido como el primer inca del Tahuantisuyo, sobre la quebrada de Picchu. La zona había estado ocupada anteriormente por otras culturas del Cuzco, específicamente de Vilcabamba y del Valle Sagrado.
Durante su dominio en el Cuzco, Pachacútec mandó a construir la ciudad de Machu Picchu, la cual estuvo concluida en 50 años. A su muerte, el imperio y, evidentemente, la ciudad estuvieron a cargo de Túpac Yupanqui y luego de Huayna Cápac.
Pero los incas enfrentaron hacia el siglo XVI tres golpes que cambiarían su historia: la propagación de la viruela en primer lugar, la guerra civil incaica hacia el año 1531 y, finalmente, la invasión española iniciada en 1534.
Aunque no existen relatos sobre la ciudad de Machu Picchu en las fuentes documentales de los españoles, se sabe que estos tenían información de su existencia, pues los pobladores que quedaron en la ciudad pagaban tributo. Sin embargo, es posible que no la visitaran.
Como se puede observar, el imperio inca no duró demasiado tiempo. Apenas unos cien años de dominio fueron posibles, pero en esos 100 años fue levantada esta fastuosa ciudad, todo un portento de la ingeniería y un testimonio para la cultura.
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