5 mitos y leyendas sobre eclipses que te sorprenderán

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 5 min.

En astronomía un eclipse corresponde a la "ocultación transitoria total o parcial de un astro por interposición de otro cuerpo celeste".

A lo largo del tiempo, el misterio de los eclipses fascinó a diversas culturas. Mientras algunos lo consideran como un momento de reflexión, otras lo vislumbran como un mal augurio.

A continuación se presentan cinco mitos y leyendas que intentan explicar el fenómeno.

El mito del sol y la luna (Grecia)

Cuenta una leyenda que existieron dos jóvenes que se amaban profundamente. Afrodita, la diosa del amor, se sintió celosa de esta relación e intentó separarlos. Así, se presentó frente al chico para seducirlo. Sin embargo, él se mantuvo fiel.

Frente a esto, la diosa decidió convertirlo en el sol, el astro que ilumina el día, mientras que a la muchacha la transformó en la luna que guía la noche.

A pesar de la distancia, seguían queriéndose. Por ello, Zeus sintió piedad y decidió crear los eclipses para que así pudieran estar juntos cada cierto tiempo.

Aquí puedes saber más: Afrodita: la fascinante historia de la diosa griega del amor

El dragón devorador (China)

Según la cosmovisión China, cuando ocurre un eclipse es porque un dragón intenta devorar al sol o a la luna. Esta criatura representaba fuerzas caóticas que amenazaban la armonía del cosmos. Para asustarlo, se solían realizar ritos y ceremonias, como tocar tambores, disparar flechas al cielo y hacer ruido.

La historia de Rahu (India)

En la mitología hindú los eclipses se explican a través de la historia del demonio Rahu. El relato se remonta a un evento conocido como el "batido del océano de leche" (Samudra Manthan), una leyenda donde los devas (dioses) y los asuras (demonios) cooperaron para batir el océano primordial en busca de amrita, el néctar de la inmortalidad. Ambos grupos acordaron compartirlo cuando pudieran obtenerlo.

Sin embargo, cuando finalmente lo encontraron, los devas, temerosos de que los asuras se volvieran inmortales e invencibles, idearon un plan para quedarse con todo el amrita. Vishnu, uno de los dioses principales, se disfrazó de una hermosa doncella llamada Mohini para distraer a los asuras y distribuir el néctar solo entre los devas.

Aquí es donde aparece Rahu, quien sospechó del engaño y tomó la forma de un deva para beber del elixir. No obstante, sus planes fueron frustrados por el sol y la luna que estaban observando atentamente y alertaron a Vishnu sobre su verdadera identidad.

En respuesta, Vishnu lanzó su disco y decapitó a Rahu. Debido a que ya había ingerido el néctar, su cabeza se volvió inmortal, mientras que su cuerpo, ahora separado, se convirtió en Ketu, otro demonio.

Desde entonces, Rahu quedó enemistado con el sol y la luna por haberlo delatado. Por ello, los persigue y de vez en cuando logra atraparlos, causando un eclipse. El efecto no es demasiado duradero, pues como ahora es solo una cabeza, el sol y la luna pasan a través de su boca y reaparecen nuevamente en el firmamento.

Los lobos (Vikingos)

En la mitología nórdica, los eclipses estaban profundamente ligados a las creencias sobre el fin del mundo, conocido como Ragnarök. De este modo, interpretaban los eclipses como eventos ominosos que presagiaban el caos y la destrucción.

En el principio existían dos criaturas cósmicas, Sköll y Hati, lobos gigantes que se dedicaban a perseguir al Sol y a la Luna. Su destino era devorarlos y cuando lo lograban, ocurría un eclipse.

La profecía auguraba que cuando llegara Ragnarök, Sköll y Hati finalmente tendrían éxito al consumir a los astros por completo, sumiendo al mundo en la total oscuridad.

Por ello, durante los eclipses los vikingos realizaban rituales y hacían ruido, como golpear tambores, gritar o tocar cuernos, en un esfuerzo por asustar a los lobos y hacer que liberaran al Sol o la Luna.

Ra v/s Apofis (Egipto)

En la cosmovisión egipcia, los eclipses, especialmente los solares, estaban asociados con el conflicto entre las fuerzas del orden y el caos.

Uno de los mitos más importantes relacionado con los eclipses es el de Ra, el dios del Sol, y Apofis, una serpiente gigantesca que representa la maldad.

Cada noche, Ra navegaba por el cielo en su barca solar, cruzando desde el horizonte occidental (donde el Sol se ponía) hacia el inframundo. Durante este viaje, debía enfrentarse a Apofis, quien intentaba detener su avance y devorarlo para sumir al mundo en la oscuridad.

Por ello, un eclipse se interpretaba como el momento en que Apofis lograba acercarse lo suficiente a Ra como para amenazar con devorarlo. La desaparición temporal del Sol era vista como una señal de que el caos estaba triunfando. Sin embargo, Ra, con la ayuda de otros dioses y espíritus benevolentes, lograba vencer a Apofis, restaurando la luz y el orden al mundo.

Para ayudar a Ra en su batalla contra Apofis durante un eclipse, los sacerdotes y el pueblo realizaban rituales específicos que incluían recitar hechizos y entonar cánticos.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.