Las 13 pinturas más famosas de Vincent van Gogh

Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 16 min.

Vincent van Gogh (1853 - 1890) es considerado una figura fundamental del postimpresionismo. Adelantado a su tiempo, durante su vida nunca conoció el éxito artístico.

Tras su muerte, una exposición retrospectiva en 1890 lo puso en la mirada del público. Desde entonces, se ha convertido en uno de los artistas más influyentes del arte contemporáneo.

1. Girasoles (1888 - 1889)

1889 Jarrón con doce girasoles (F455, JH1668), óleo, 92 x 72,5 cm, Arlés, enero de 1889. Museo de Arte de Filadelfia, Estados Unidos.
1. Jarrón con doce girasoles. Arlés, enero de 1889. 92 x 72,5 cm. Museo de Arte de Filadelfia. / 2. Jarrón con doce girasoles. Arlés, agosto de 1888. 91 x 72 cm. Neue Pinakothek, Múnich. / 3. Jarrón con catorce girasoles. Arlés, agosto de 1888. 93 x 73 cm. National Gallery, Londres. / 4. Jarrón con tres girasoles. Arlés, agosto de 1888. 73 x 58 cm, Colección privada, Estados Unidos. / 5. Jarrón con cinco girasoles. Arlés, agosto de 1888. 98 x 69 cm. Destruido en la II Guerra Mundial. / 6. Jarrón con catorce girasoles. Arlés, enero de 1889. 95 x 73 cm. Museo van Gogh, Ámsterdam. / 7. Jarrón con catorce girasoles. Arlés, enero de 1889. 100,5 x 76,5 cm. Sompo Japan Museum of Art, Tokio.
Todos los cuadros fueron pintados en óleo sobre lienzo.

Las pinturas de girasoles de Vincent van Gogh, especialmente las realizadas en Arlés entre 1888 y 1889, destacan por su vibrante uso del color. Además, es necesario mencionar la técnica expresiva de pinceladas gruesas y empastadas, conocida como impasto, que aporta textura y vitalidad a cada flor.

Su estilo postimpresionista se manifiesta en la distorsión deliberada de las formas y en la intensidad emocional que transmite el color, alejándose de la representación realista para capturar la esencia espiritual de los girasoles.

Hizo muchas versiones, porque le fascinaba explorar cómo pequeños cambios en la luz, el fondo o la disposición podían transformar el efecto emocional de la obra.

Estas obras no sólo reflejan el estado emocional del artista, sino que también marcaron un hito en la historia del arte. sí, influyeron en movimientos posteriores como el expresionismo y el fauvismo, consolidando a Van Gogh como un pionero de la pintura moderna.

Revisa Los girasoles de van Gogh: análisis y significado de las series de Arlés y París

2. La noche estrellada (1889)

1889 la noche estrellada 74 cm x 92 cm MoMA
La noche estrellada, 1889, 74 cm x 92 cm, Museo de Arte Moderno, Nueva York.

Sin duda, este es el cuadro más emblemático del autor. Mientras estaba internado en el sanatorio de Saint Remy pintó La noche estrellada.

El retrato de la naturaleza siempre fue muy importante para el artista, pero ligado a sus sentimientos. Por eso en esta vista nocturna lo que destaca es el movimiento a través de líneas retorcidas y ondulantes, además del uso de colores profundos.

Lo interesante es ver el contrataste entre la ciudad con trazos rectos que se oponen a las curvas del cielo. De esta manera, el cuadro puede interpretarse como la representación de fuerzas que se oponen, como el constante esfuerzo y anhelo humano por tocar las estrellas, que están más allá de su comprensión.

Descubre Significado del cuadro La Noche Estrellada de Van Gogh

3. Terraza del café en la noche (1888)

1888 Vincent_Willem_van_Gogh_-_Cafe_Terrace_at_Night_place do forum arles 81 cm × 65.5 cm Museo Kröller-Müller, Otterlo Países Bajos
Terraza del café en la noche (place do forum), Arles, 1888, óleo sobre lienzo, 81 cm × 65.5 cm Museo Kröller-Müller, Otterlo Países Bajos.

Van Gogh crea una atmósfera contrastante con dos ambientes: el amarillo y luminoso café y la noche expectante que se abre al fondo de la calle.

La perspectiva en fuga, los tonos amarillos y azules y la vibración de la luz artificial crean una atmósfera cálida y casi mágica. Se anticipa a Noche estrellada, una de sus obras más famosa.

Así, el amarillo y el azul dominan la escena como complementos perfectos. En el cielo, las estrellas como lámparas artificiales anuncian lo que llegará a ser el estilo encontrado en La noche estrellada.

Por su parte, el empedrado lo logra con líneas curvas que asemejan escamas. En el medio de la penumbra, este café vibrante y difuso reclama una cuota de alegría.

Esta imagen es popularísima: aparece en carteles, tazas, camisetas y es fuente de inspiración para películas, restaurantes y literatura, consolidándose como un ícono del romanticismo moderno

4. Lirios (1889)

1889 Lirios 71 cm × 93 cm J. Paul Getty Museum Los Angeles California
Lirios, 1889, óleo sobre lienzo, 71 cm × 93 cm, Museo J. Paul Getty, Los Angeles, California.

Lirios fue pintado en 1889, durante la estancia de van Gogh en el asilo de Saint-Rémy-de-Provence, al sur de Francia. El artista, afectado por crisis mentales, encontró en la naturaleza del jardín del hospital un refugio espiritual.

Esta obra fue una de las primeras que realizó allí y no se trata sólo de un ejercicio de observación, sino también de una vía de expresión emocional en medio del aislamiento.

Aquí emplea su característico estilo: pinceladas gruesas, contornos marcados y una paleta vibrante dominada por verdes, lilas y azules. Utiliza la técnica del impasto, aplicando capas densas de pintura para dar textura y vida a las flores.

De este modo, cada lirio parece moverse con independencia, como si tuviera alma propia, gracias a la energía del trazo y la libertad compositiva.

La influencia del arte japonés se refleja en la organización plana del espacio y en la atención minuciosa a los detalles naturales.

Esta obra se ha convertido en una de las más reconocibles de Van Gogh y su influencia se ha extendido mucho más allá del ámbito artístico. Ha aparecido en libros, películas, productos comerciales y exposiciones en todo el mundo.

5. Los comedores de patatas (1885)

1885 Los comedores de patatas 1885, pintura al óleo, 82 × 114 cm. Museo van Gogh, Ámsterdam.
Los comedores de patatas. 1885. Óleo sobre lienzo. 82 × 114 cm. Museo Van Gogh, Ámsterdam.

Acostumbrados como estamos a los populares cuadros coloridos de Van Gogh, Los comedores de patatas nos sorprende. Con una paleta terrosa y casi barroca, Van Gogh representa la escena de una familia de campesinos compartiendo en la cena las papas que ellos mismos han cultivado.

Aquí ha hecho lo que no hicieron los artistas previos: ha “desmaquillado” a los personajes, los ha mostrado en su rudeza y en su diferencia.

Con esto le ha dicho que no a la mirada burguesa que se conforma en el pintoresquismo para no hacerse cargo de la brecha social. Este cuadro corresponde a la primera etapa del pintor, que algunos llaman etapa negra, que tuvo lugar durante su estancia en Nuenen.

6. Almendro florido (1890)

1890 Almond Blossom Saint-Rémy-de-Provence, February oil on canvas, 73.3 cm x 92.4 cm Van Gogh Museum, Amsterdam Vincent van Gogh Foundation
Almendro florido, Saint-Rémy de Provencia, febrero de 1890, óleo sobre lienzo, 73.3 cm x 92.4 cm, Museo Van Gogh, Ámsterdam.

Almendro florido fue pintado en febrero de 1890 en Saint-Rémy-de-Provence, mientras Van Gogh aún permanecía internado en el asilo.

Fue creado como un regalo para su hermano Theo y su cuñada Jo, con motivo del nacimiento de su sobrino, al que llamaron Vincent en su honor.

El almendro en flor, uno de los primeros árboles que florecen al final del invierno, simboliza la nueva vida, la esperanza y el renacer, conceptos muy significativos para el pintor en un momento de frágil estabilidad emocional. Esta obra se diferencia por su tono sereno y luminoso, reflejo de la alegría que le produjo la noticia del nacimiento.

La obra muestra un fuerte influjo del arte japonés, en especial de las estampas ukiyo-e, que Van Gogh admiraba profundamente. El fondo azul plano y el encuadre cercano, casi como un fragmento de naturaleza suspendido en el tiempo, recuerdan a la composición de un grabado japonés.

La técnica del impasto sigue presente, con pinceladas visibles que aportan textura a las flores y ramas. Sin embargo, la obra transmite calma y equilibrio, con una paleta de colores suaves que se aleja del dramatismo de otras etapas de su pintura.

7. El dormitorio (1888 - 1889)

El dormitorio
El dormitorio en Arles. Izquierda: primera versión, 1888, óleo sobre lienzo, 72 cm × 90 cm, Museo Van Gogh, Ámsterdam. Centro: segunda versión, 1889, óleo sobre lienzo, 72 x 90 cm, Art Institute de Chicago. Derecha: Tercera versión, 1889, óleo sobre lienzo, 57,5 x 74 cm, Museo de Orsay, París.

Van Gogh pintó El dormitorio durante su estancia en la Casa Amarilla de Arlés, donde soñaba con fundar una comunidad de artistas. La habitación representada era la suya propia, y buscaba transmitir una sensación de reposo y tranquilidad.

Lamentablemente, durante una inundación el cuadro original sufrió algunos daños, lo que motivó al pintor a realizar la segunda versión. Luego haría otra más pequeña para su madre y su hermana Wilhemina.

Técnicamente, destaca por el uso de líneas marcadas y perspectivas algo deformadas, lo que genera una atmósfera íntima y ligeramente inestable. Los colores planos y el contraste entre cálidos y fríos acentúan la expresividad del espacio.

Esta obra es una de las más reproducidas de Van Gogh, y ha sido homenajeada en cine, animación y exposiciones interactivas. Su simbolismo sobre el refugio personal sigue resonando con fuerza en el público actual.

8. El viñedo rojo (1888)

1888 el viñedo rojo 75 cm x 93 cm Museo Pushkin Rusia
El viñedo rojo, 1888, óleo sobre lienzo, 75 cm x 93 cm, Museo Pushkin, Rusia.

Van Gogh representa con gran realismo la escena de una vendimia. Su trazo es grueso y se deja al descubierto. Las figuras humanas son destacadas con contornos debidamente delimitados. La nerviosidad del trazo le brinda textura a los campos, que yacen bajo una luz otoñal rojiza. El sol, como en otros de sus cuadros, repite las pinceladas concéntricas.

Este fue el único cuadro vendido por Van Gogh en vida que no fuera a su hermano Theo. Fue adquirido por Anne Boch, la hermana de Eugène Boch.

9. El cartero Joseph Roulin (1888)

1888 Portret_van_de_postbode_Joseph_Roulin 81.3 cm Ancho 65.4 cm museo de bellas artes Boston
El cartero Joseph Roulin, 1888 , óleo sobre lienzo, 81.3 cm x 65.4 cm, Museo de Bellas Artes, Boston.

El cartero Joseph Roulin conversaba frecuentemente con Van Gogh, quien intercambiaba correspondencia de forma asidua con su hermano Theo y Emile Bernard.

El cuadro destaca por el uso de la técnica conocida como cloisonismo, en la que colores planos, como el azul del traje del cartero, se cierran con contornos delimitados y evidentes.

Con pinceladas rítmicas y un fondo decorativo casi abstracto, el retrato adquiere fuerza simbólica. Van Gogh quería retratar al hombre común con dignidad y humanidad.

10. La iglesia de Auvers-sur-Oise (1890)

1890 La iglesia de Auvers-sur-Oise 94 cm × 74 cm museo d orsay
La iglesia de Auvers-sur-Oise, 1890, óleo sobre lienzo, 94 cm × 74 cm, Museo d'Orsay, París.

Agotado de Arlés, sus últimos meses los pasó Vincent van Gogh en Auvers-sur-Oise. Será ese el escenario de inspiración de este nuevo cuadro. Una vez más, surge un azul intenso y misterioso coronando la composición en el cielo.

El tema principal será la catedral que, a pesar de su volumetría vertical, rompe la rigidez de la línea por medio de un trazo nervioso, haciéndola lucir deformada, casi onírica.

En la base, dos caminos se abren formando una especie de “v” que rodea la catedral. En el vano que se forma, yace la sombra del edificio sagrado.

Una mujer recorre el camino de la izquierda. Ella le da vida y sentido a un paisaje tan hermoso como perturbador. Su técnica mezcla el puntillismoimpresionista con el cloisonismo de Gauguin y Bernard.

11. El doctor Paul Gachet (1890)

1890 Retrato El doctor Paul Gachet 67 by 56 cm Musée d'Orsay
Retrato El doctor Paul Gachet, 1890, óleo sobre lienzo, 67 x 56 cm, Museo d'Orsay, París.

Van Gogh fue atendido por el doctor Paul Gachet, quien además era amante del arte y aprendiz de pintor. Gachet aceptó posar para Van Gogh, quien hizo de él dos retratos. El primero de ellos es el que presentamos aquí.

El artista lo representa con un traje azul y boina blanca, con el rostro apoyado sobre la mano y el codo hincado sobre la mesa. Un aire pensativo y melancólico invade el rostro. Sobre el mantel, se ven dos libros y un ramillete de planta digital, un tipo de planta de uso medicinal. Estos objetos completan los atributos del doctor, como si de un santo se tratase.

La pincelada es agitada pero sensible, y los colores - azul, verde y lila - acentúan el tono emocional. Más que una representación física, es un retrato psicológico.

12. Trigal con cuervos (1890)

1890 trigal con cuervos ‎50.2 cm × 103 cm Museo van Gogh
Trigal con cuervos, 1890, óleo sobre lienzo, ‎50.2 cm × 103 cm, Museo Van Gogh, Ámsterdam.

Esta obra fue pintada poco antes de la muerte de Van Gogh y suele interpretarse como un reflejo de su estado anímico final. El cielo tormentoso, los cuervos y el camino sin salida transmiten angustia, soledad y presagio.

Con trazos enérgicos y un uso dramático del color (azul profundo, amarillo ardiente, negro inquietante), Van Gogh creó una escena emocionalmente intensa y simbólica.

Trigal con cuervos ha sido asociado con la melancolía y la genialidad atormentada, y se ha vuelto una imagen icónica del artista como figura trágica.

13. El sembrador (1888)

1888 El sembrador Arles, November 1888 oil on canvas, 32.5 cm x 40.3 cm Van Gogh Museum, Amsterdam (Vincent van Gogh Foundation)
El sembrador, 1888, óleo sobre lienzo, 32.5 cm x 40.3 cm, Museo Van Gogh, Ámsterdam.

El tema del sembrador es recurrente en la obra de Van Gogh, acaso por su sensibilidad ante la vida campesina, acaso por su sensibilidad cristiana (recuerda a la parábola del sembrador).

Inspirado por una estampa de Jean-François Millet, pintó El sembrador en Arlés como una alegoría del ciclo de la vida, la conexión del ser humano con la tierra y la renovación espiritual.

Usó una paleta de tonos vibrantes, especialmente el amarillo del sol, para representar la energía vital. La pincelada gruesa y dinámica le da fuerza al gesto del sembrador, fusionando figura y paisaje en una sola vibración.

Dentro del lienzo destaca el tratamiento del disco solar, en el que las pinceladas se presentan concéntricas, trazo único del pintor.

Biografía de Vincent van Gogh

1887-88 Self-Portrait with Grey Felt Hat Oil on canvas 44.0 x 37.5 cm. Paris Winter
Autorretrato con sombrero gris, 1887-88, óleo sobre lienzo, 44.0 x 37.5 cm. Paris Winter

Vincent Willem Van Gogh nació en el año 1853 en los Países Bajos. Creció en el seno de una familia protestante. De hecho, su padre era ministro.

Recibió el mismo nombre que llevaba su hermano mayor, quien nació muerto un año antes. El pintor tuvo cinco hermanos: Theo, Cornelius Vincent, Elisabetha Huberta, Anna Cornelia y Wilhelmina Jacoba.

Abandonó los estudios a los 15 años y se marchó a trabajar con su tío en una compañía de comercio internacional de arte. Tras ser despedido y dar algunas otras vueltas, emprendió estudios de teología en Bélgica y trabajó como misionero en las minas de carbón, donde compartió con la gente más humilde.

Tras su fracaso como teólogo, se dedicó por entero a la pintura, pasión que ya había adquirido de forma autodidacta. En 1880 decidió estudiar en la Academia Real de Bellas artes de Bruselas..

Soñó con crear un círculo de artistas, por lo que alquiló la llamada Casa Amarilla, donde dispuso de una habitación para recibir a Paul Gauguin. Este accedió, pero al cabo de dos meses las relaciones entre ambos se hicieron complicadas. El asunto acabó en la mutilación de parte de la oreja de Vincent. Hasta hoy, no se sabe a ciencia cierta si fue él quien se autolesionó o si encubría a Gauguin.

El pintor acabó por recluirse voluntariamente en un sanatorio donde fue atendido por el Doctor Paul Gachet.

En 1890, el pintor murió de un tiro de escopeta en el pecho, tras dos días de agonía. Van Gogh se inculpó a sí mismo. Sin embargo, algunos biógrafos creen que se trató de un homicidio accidental provocado por dos hermanos cazadores en el bosque donde Van Gogh solía pintar. Esta tesis aún no tiene consenso.

Hay mucho de leyenda alrededor de Van Gogh, pues se piensa que su arte deriva de la enfermedad, la locura y su dificultad para encajar en el mundo. Continuamente se recuerdan episodios como aquel en que se cortó su propia oreja, y eso es lo que ha llegado al conocimiento popular.

Sin embargo, su arte fue el instrumento regulador del mundo, fue aquello que lo impulsaba a mantener la cordura en un mundo que no le hacía sentido.

A pesar de que no logró fama en vida, hoy es considerado uno de los artistas más destacados y sus cuadros se han vendido en millones de dólares.

Van Gogh en la cultura popular

Vincent van Gogh ha marcado una huella tan importante en la cultura contemporánea que se ha convertido en una referencia obligada, ya sea por su arte o su historia de genio incomprendido.

Sobre él se han hecho numerosas películas como:

  • El loco del pelo rojo (1956)
  • Vincent: the life and death of Vincent van Gogh (1987)
  • Vincent y yo (1990)
  • Vicent y Theo (1990)
  • Van Gogh (1991)
  • Van Gogh: Painted with Words (2010)

También ha sido referenciado en películas como Un lobo tras la puerta (1986) y La sonrisa de la Mona Lisa (2003).

Es necesario mencionar la película Los sueños de Akira Korosawa (1990), que le dedica una escena completa al pintor en el contexto del mundo onírico. Puedes ver la escena completa en el siguiente enlace:

También hay que destacar Loving Vincent (2016), la primera película totalmente animada al óleo, aplicando el estilo pictórico de Van Gogh.

Aquí se alude a las incógnitas que giran en torno a su muerte. ¿Fue acaso un suicidio o se trató, más bien, de un homicidio involuntario?

A partir de un trabajo de investigación casi detectivesco llevado adelante por uno de los personajes, logra componerse un retrato psicológico y estético del pintor de los girasoles. Puedes ver el tráiler aquí:

Bilbiografía:
  • Bolaños, María. (2007). Interpretar el arte a través de las obras maestras y los artistas más universales. Contrapunto.
  • Holzwarth, Hans Werner y Taschen, Laszlo (Eds.). (2011). Arte Moderno. Una historia desde el impresionismo hasta nuestros días. Taschen.
  • Walther, Ingo F. (2011). Van Gogh. Taschen.
Ver también:
Catalina Arancibia Durán
Revisado por Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.
Equipo Editorial
Editado por Equipo Editorial
El equipo editorial de Cultura Genial está compuesto por expertos en literatura, arte y comunicación, quienes crean y revisan todo el contenido.