Poema Poderoso caballero es Don dinero: significado y análisis

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 7 min.

"Poderoso caballero es Don dinero", como se conoce popularmente el poema llamado "Letrilla satírica", es uno de los textos más famosos de Francisco de Quevedo (1580 - 1645).

En él, el autor construye un retrato satírico del poder del dinero con un estilo ingenioso y mordaz, dejando una reflexión crítica que aún resuena en la actualidad.

Poema

Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
de continuo anda amarillo.
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es Galán y es como un oro,
tiene quebrado el color;
persona de gran valor
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
pues que en las venas de Oriente
todas las sangres son reales.
Y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

¿Más a quién no maravilla
ver en su gloria, sin tasa,
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos
en las casas de los viejos
gatos lo guardan de gatos;
y, pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos
no pierde su autoridad.
Porque pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y, pues les hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(mirad si es harto sagaz)
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace proprio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sobre al autor

Francisco de Quevedo (1580 - 1645) es uno de los autores españoles más destacados del Barroco, en particular del Conceptismo. Su obra se caracteriza por su versatilidad y dualidad, ya que en ella se encuentra tanto la seriedad como lo cómico. Así, puede cantar al amor como hacer versos satíricos y análisis metafísicos.

La crítica y los especialistas han clasificado su lírica según un criterio temático en el que se encuentra la poesía moral, amorosa y burlesca.

Conceptismo

El Siglo de Oro fue uno de los periodos más fructíferos en las letras españolas. Si bien la poesía barroca tuvo bastante continuidad con la lírica del renacimiento, hay una gran distancia en el planteamiento.

Se trabajaron las mismas temáticas (el amor, la vida, la muerte) y se utilizaron algunos de los mismos recursos estilísticos. Entre ellos, el uso del verso endecasílabo y el soneto siguió gozando de gran popularidad.

Sin embargo, el barroco se caracterizó por su "oscuridad". Se trataba de obras complejas que requerían de un gran esfuerzo y cultura para ser comprendidas y realmente valoradas.

Existieron dos tendencias que compartían esta búsqueda: el culteranismo y el conceptismo. El culteranismo buscaba desarrollar la forma, con versos de sintaxis compleja, ornamentación y riqueza sensorial.

Por su parte, el conceptismo se basaba en las asociaciones ingeniosas de ideas y conceptos. Es decir, decir lo máximo utilizando el mínimo de elementos

Francisco de Quevedo es uno de los mejores ejemplos de conceptismo. Su lírica juega constantemente con el lenguaje y con la contraposición de ideas que permiten vislumbrar alusiones y significados "ocultos" dentro de sus poemas.

Análisis

Explicación del texto

Se trata de una sátira mordaz sobre el poder del dinero en la sociedad. A lo largo del texto, el hablante lírico describe el dinero como un "caballero poderoso", capaz de influir en todas las esferas de la vida: la justicia, la nobleza, la moral y hasta las relaciones amorosas.

Con un tono burlón, Quevedo destaca cómo el dinero altera los valores y convierte lo vil en noble, lo indigno en respetable y lo falso en verdadero.

Temas principales

El poder del dinero

El poema critica cómo el dinero domina todos los aspectos de la vida, corrompiendo la justicia y determinando la posición social de las personas. Así, se muestra cómo puede incluso redefinir la identidad y la reputación, otorgando honor a los deshonrados y poder a los débiles.

Hipocresía social

Se denuncia cómo el dinero cambia la percepción de las personas y sus acciones, haciendo que la virtud y el mérito queden en segundo plano. En la sociedad retratada por Quevedo, el dinero es la verdadera medida del valor, por encima de la moralidad o el esfuerzo personal.

La corrupción

El dinero es mostrado como un factor de corrupción que "ablanda al juez más severo" y "hace proprio al forastero". Se sugiere que no hay justicia verdadera cuando está de por medio, pues puede comprar sentencias y cambiar voluntades.

El amor y el dinero

Se ironiza sobre cómo influye en las relaciones, ya que "nunca vi damas ingratas a su gusto y afición". Quevedo ridiculiza la idea de un amor puro y desinteresado, mostrando que en muchas ocasiones el dinero es la verdadera causa de la atracción y el afecto.

La universalidad del dinero

El poema también enfatiza que el dinero no conoce fronteras ni distinciones de raza, religión o clase social. Se menciona su origen en las Indias, su paso por España y su enterramiento en Génova, lo que sugiere que es una fuerza global que trasciende culturas y geografías.

La transformación de los valores

Quevedo muestra cómo el dinero puede igualar a nobles y plebeyos, elevando a unos y degradando a otros. En su visión satírica, el dinero es un nivelador que anula las diferencias tradicionales y redefine la jerarquía social según la riqueza.

Símbolos

  • El oro y el doblón: Representan la riqueza y su influencia en la sociedad.
  • Doña Blanca de Castilla: Hace referencia a la moneda de plata española, resaltando la importancia del dinero en la economía.
  • El juez severo: Representa la justicia, que se ve doblegada por el poder económico.
  • El noble y el pordiosero: Simbolizan la desigualdad social, que se diluye cuando el dinero interviene.

Estilo literario

El poema emplea un tono burlón y sarcástico, con un ritmo marcado por la repetición del estribillo "Poderoso caballero es don Dinero", lo que enfatiza la omnipresencia del dinero en todos los ámbitos.

Su lenguaje es conciso, lleno de contrastes y paradojas, elementos característicos del conceptismo.

Lugar dentro de la poesía satírica

Este poema es un ejemplo de la poesía burlesca y satírica de Quevedo, quien era maestro en denunciar los vicios de su tiempo con agudeza y sarcasmo.

Así, refleja su visión pesimista del mundo, donde critica la superficialidad y la corrupción. Además, utiliza el conceptismo, característico de su estilo, con juegos de palabras y referencias cultas para reforzar su mensaje.

Impacto en la cultura popular

El poema ha trascendido el tiempo, y su estribillo "Poderoso caballero es don Dinero" se ha convertido en una expresión popular para referirse a la influencia del dinero en la sociedad. Su mensaje sigue vigente, ya que critica la corrupción y la mercantilización de los valores, temas recurrentes en todas las épocas.

Ver también:

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.