13 poemas cortos con rima para niños (de autores famosos)
Los poemas cortos pueden ser un gran recurso de aprendizaje para los más pequeños. La rima, que aporta ritmo y sonoridad a la poesía, facilita la memorización. Al mismo tiempo, esta semejanza de sonidos puede resultar muy divertida para los niños.
A continuación, te proponemos una compilación de 13 poemas cortos con rima ideales para niños. Una selección de poemas de autores famosos que acercará la literatura a los más pequeños de una forma amena y lúdica.
1. La ardilla, de Amado Nervo
Algunas composiciones poéticas del autor mexicano Amado Nervo son ideales para leer con los niños, especialmente aquellas que, como esta, están protagonizadas por animales.
En ella, el hablante lírico se refiere a diferentes acciones que realiza la ardilla, todas ellas aluden al movimiento (corre, vuela, salta…). En este sentido, la ardilla podría simbolizar la libertad. Este poema tiene rima consonante en los versos pares.
La ardilla corre.
La ardilla vuela.
La ardilla salta
como locuela.—Mamá, la ardilla
¿no va a la escuela?
—Ven ardillita,
tengo una jaula
que es muy bonita.
—No, yo prefiero,
mi tronco de árbol
y mi agujero.
2. Niño, de Gerardo Diego
Gerardo Diego, poeta de la generación del 27, escribió poemas cortos como este, donde el hablante lírico alude a la belleza del estado de sueño y desvelo de un pequeño. Es ideal para leer antes de dormir.
En este caso se trata de un poema con rima consonante, ya que coinciden vocales y consonantes en el primer y tercer verso; y el segundo y el cuarto.
Niño dormido en el florido huerto.
Una cosa tan solo es aún más bella.
Niño despierto.
Estrella.Niño despierto en el huerto florido.
Una cosa –una sola– a ti prefiero.
Niño dormido.
Lucero.
3. A mi primer nieto, de Miguel de Unamuno
En esta nana, que forma parte de la obra poética de Miguel de Unamuno, el hablante lírico es un abuelo que parece estar admirando a su nieto mientras duerme y mece su cuna.
Es un poema sencillo de rima consonante, donde riman el primer verso con el tercero y el segundo con el cuarto.
La media luna es una cuna,
¿y quién la briza?
y el niño de la media luna,
¿qué sueños riza?La media luna es una cuna,
¿y quién la mece?
y el niño de la media luna,
¿para quién crece?La media luna es una cuna,
va a luna nueva;
y al niño de la media luna,
¿quién me lo lleva?
4. La rosa blanca, de José Martí
El valor de la amistad es uno de los más importantes que enseñar a los niños. En este poema de José Martí, contenido en su libro Versos Sencillos (1891), el hablante lírico explora la importancia de la amistad, un amor que hay que cuidar y mantener hacia quienes nos demuestran su franqueza. Asimismo, admite que tampoco guarda rencor por quienes se han comportado con crudeza.
En este caso la composición sigue un esquema de rima consonante, pues riman el primer verso con el cuarto y el segundo con el tercero.
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
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5. Rima VII, de Bécquer
Entre la composición poética de uno de los autores más importantes del posromanticismo español, encontramos esta rima, ideal para leer con los más pequeños. En ella, el hablante lírico describe un instrumento tan bello como el arpa, en una situación de abandono. Esto le sirve como reflexión acerca del proceso de inspiración y creación del artista.
En esta composición predomina la rima asonante en los versos pares, ya que en ellos coinciden los sonidos vocálicos.
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!»
6. Todo es Ronda, de Gabriela Mistral
El juego de la ronda, también conocido como corro, es un pasatiempo muy propio en la etapa infantil. En este poema de la autora chilena Gabriela Mistral, el hablante lírico alude a ese entretenimiento infantil, comparándolo con elementos de la naturaleza: astros, trigos, ríos, olas.
Se trata de un poema con rima consonante, riman el segundo y el cuarto verso.
Los astros son rondas de niños,
jugando la tierra a espiar...
Los trigos son talles de niñas
jugando a ondular..., a ondular...Los ríos son rondas de niños
jugando a encontrarse en el mar...
Las olas son rondas de niñas
jugando la Tierra a abrazar...
7. Agua ¿Dónde vas?, de Federico García Lorca
Dentro de la obra del poeta granadino García Lorca, encontramos este poema infantil que tiene como protagonista el agua. Una composición, con rima asonante, cuyos versos aluden al transcurso del agua a través de ríos y mares.
Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río a las orillas del mar.Mar, ¿adónde vas?
Río arriba voy buscando fuente donde descansar.Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
Yo…, ¡temblar!¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.
8. La pera verde y podrida, de Concepción Arenal
La escritora Concepción Arenal, figura clave en el feminismo español, estuvo muy implicada en temas como la defensa de la educación en los sectores marginados.
Esta fábula escrita en verso, puede leerse como una metáfora acerca de la importancia de educarse y prepararse para no estancarse y hacer frente a los desafíos de la vida. En ese sentido, la educación nos permite “madurar”.
Este poema tiene rima consonante, sus versos riman el primero con el cuarto y el segundo con el tercero.
Iba un día con su abuelo
paseando un colegial,
y debajo de un peral
halló una pera en el suelo.Mírala, cógela, muerde,
mas presto arroja el bocado
que muy podrida de un lado
estaba y del otro lado, verde.Abuelo,¿cómo será,
decía el chico escupiendo,
que esta pera que estoy viendo
podrida, aunque verde, está?El anciano con dulzura
dijo, vínole ese mal
por caerse del peral
sin que estuviese madura.
9. Caminante no hay camino, de Antonio Machado
Este poema contenido en Campos de Castilla (1912) es, quizá, uno de los más populares de Machado. Una composición que reflexiona acerca del sentido de la vida, la cual es como una especie de lienzo en blanco que se irá completando a medida que tomamos decisiones. La vida consiste en eso, en avanzar.
Se trata de una composición con rima asonante en los versos pares.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
si no estelas en la mar.
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10. Iremos a la montaña, de Alfonsina Storni
La poeta argentina Alfonsina Storni publicó, especialmente, para el público adulto. En cambio, encontramos algunas composiciones como esta que pueden ser ideales para los más pequeños.
En este poema, el hablante lírico, desde la mirada de un niño, invita al juego, a la felicidad y al disfrute en un entorno natural. Además, en él se hace uso de la rima consonante.
A la montaña
nos vamos ya,
a la montaña
para jugar.En sus laderas
el árbol crece,
brilla el arroyo,
la flor se mece.¡Qué lindo el aire,
qué bello el Sol,
azul el cielo;
se siente a Dios!
Está la tarde
de terciopelo;
malva en la piedra,
rosa en los cielos.¡A la montaña!
formamos ronda;
ronda de niños
ronda redonda...
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11. Con dos años, dos flores…, de Miguel Hernández
En la obra poética del autor Miguel Hernández, de la generación del 36, encontramos este poema cargado de sensibilidad.
Este hermoso poema explora el amor que un padre siente por un hijo, al que no puede ver crecer. La composición fue escrita mientras Miguel Hernández estaba en la cárcel, entonces, su hijo, era muy pequeño, apenas cumplía dos años.
El poema, en el que destaca la rima asonante y consonante, supone un canto de esperanza por el futuro de su hijo.
Con dos años, dos flores
cumples ahora.
Dos alondras llenando
toda tu aurora.
Niño radiante :
va mi sangre contigo
siempre adelante.Sangre mía, adelante,
no retrocedas.
La luz rueda en el mundo,
mientras tú ruedas.
Todo te mueve,
universo de un cuerpo
dorado y leve.Herramienta es tu risa,
luz que proclama
la victoria del trigo
sobre la grama.
Ríe. Contigo
venceré siempre al tiempo
que es mi enemigo.
12. Lindos pegasos, de Antonio Machado
El carrusel o tiovivo siempre nos devuelven a la infancia. En este poema de Machado, el hablante lírico, desde los ojos de un adulto, recuerda aquellos tiempos de alegría y diversión de su niñez, disfrutando en los caballitos.
Este poema contienen un esquema de rima asonante y consonante.
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
13. Ojos golositos, de Miguel Moreno Monroy
No hay nada como la curiosidad de un niño. Este poema del chileno Miguel Moreno Monroy nos descubre ese deseo insaciable que presentan los más pequeños al querer explorarlo todo. Se trata de una composición que presenta rima asonante.
Mis ojos miran la tierra,
miran el cielo y el mar;
mis ojos miran y miran
y no se cansan jamás.De noche, cuando me acuesto,
yo pienso: descansarán,
pero me engaño, que siempre
quieren seguir viendo más.Ay, mis ojos golositos
nunca se van a saciar:
para que vean, cerrados,
Dios me permite soñar.
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Referencias bibliográficas:
- Lorca, F. G. (2008). Canciones, poemas y romances para niños. Barcelona, España: Octaedro.
- Padrino, J. G., Solana, L. & de Horna, L. (1999). Por caminos azules: antología de poesía infantil. Anaya.
- Pikouch, N. (2004). Poesía para niños: antología de poesía escrita en español. Madrid, España: Alianza Editorial.
