4 poemas para descubrir a Idea Vilariño (analizados)
La poeta uruguaya Idea Vilariño (1920 - 2009) destacó con una extensa obra en la que explora la intimidad, el amor y el deseo.
Su poesía se caracterizó por la sobriedad, el tono conversacional y la economía verbal. Así, utilizaba un lenguaje directo, desprovisto de artificios, pero cargado de profundidad emocional.
A continuación, se pueden encontrar algunos de sus textos más famosos.
1. Ya no será
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.No volveré a tocarte.
No te veré morir.
“Ya no será” es uno de los poemas más bellos y desgarradores frente al reconocimiento de la imposibilidad del amor. Fue escrito para su amante, el escritor Juan Carlos Onetti, con quien mantuvo una relación intermitente a través de los años.
Así, se aborda la irreversibilidad de la pérdida amorosa. La hablante asume que la relación ha terminado definitivamente, no sólo en el presente, sino también en cualquier futuro posible. Es un duelo por lo que no fue, lo que no será y lo que jamás podrá recuperarse.
El uso repetitivo de la palabra "no" refuerza la negación absoluta de toda esperanza. Con ello, se establece un tono en el que se mezcla la tristeza y la aceptación de que es imposible recuperar lo perdido.
2. El testigo
Yo no te pido nada
yo no te acepto nada.
Alcanza con que estés
en el mundo
con que sepas que estoy
en el mundo
con que seas
me seas
testigo juez y dios
Si no para qué todo.
Este poema trata sobre la necesidad que siente la hablante hacia el ser amado. Gracias a él, cobra sentido su vida. Así, no le pide nada material o concreto, sólo le basta con su existencia y tener la certeza de que es vista y reconocida por el otro.
El tono es intenso y reverencial. Aunque hay una aparente renuncia a cualquier demanda ("Yo no te pido nada"), los versos expresan una dependencia emocional y espiritual profunda:
3. Qué lastima
Qué lástima
que sea sólo esto
que quede así
no sirva más
esté acabado
venga a parar en esto.
Qué lástima que no
pudiéramos
sirviéramos
que ya no demos más
que no sepamos ya
que estemos ya tan secos.
Qué lástima
qué lástima
estar muertos
faltar
a tan hondo deber
a tan preciada cita
a un amor tan seguro.
En "Qué lástima" la autora se dirige a la persona con la que no logró que funcionara una relación. Así, se lamenta de que no pudieran ser lo suficientemente valientes para darle una oportunidad a un amor que podría haber sido maravilloso.
De este modo, el poema explora la desolación ante el fracaso amoroso, no sólo como una pérdida personal, sino como una falta a algo más profundo: un deber espiritual, existencial y emocional que no pudo cumplirse. Es una meditación sobre la frustración de no haber alcanzado el potencial que ese amor tenía.
4. El mar
Tan arduamente el mar,
tan arduamente,
el lento mar inmenso,
tan largamente en sí, cansadamente,
el hondo mar eterno.Lento mar, hondo mar,
profundo mar inmenso…Tan lenta y honda y largamente y tanto
insistente y cansado ser cayendo
como un llanto, sin fin,
pesadamente,
tenazmente muriendo…Va creciendo sereno desde el fondo,
sabiamente creciendo,
lentamente, hondamente, largamente,
pausadamente,
mar,
arduo, cansado mar,
Padre de mi silencio.
En este poema el mar simboliza la eternidad y el cansancio existencial. La repetición de adjetivos como “lento”, “hondo”, “cansado” y “arduo” sugieren un agotamiento vital.
Así, el océano se transforma en un reflejo de la interioridad del hablante lírico, que asume las características marinas y, en su inmensidad, carga con un peso emocional profundo y persistente, casi melancólico.
De este modo, el individuo se encuentra en un proceso de desgaste ("como un llanto, sin fin"), donde el movimiento de las olas asemeja a un lamento.
En el cierre, se refiere al mar como "padre de mi silencio", lo que profundiza esta conexión íntima. Para el hablante, el mar no es sólo un elemento externo, sino una figura parental que refleja su propio cansancio.
Sobre Idea Vilariño
Idea Vilariño nació el 18 de agosto de 1920 en Montevideo. Fue una destacada poeta, ensayista, crítica literaria y traductora.
Figura clave de la Generación del 45, un grupo literario que marcó un hito en la literatura uruguaya y que incluía a escritores como Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti e Ida Vitale.
Su obra estuvo profundamente influenciada por su experiencia personal, especialmente su relación tumultuosa con Juan Carlos Onetti.
Trabajó como profesora de literatura hasta la dictadura de 1973, cuando fue cesada de su cargo.
Su poesía, caracterizada por un estilo austero y cargado de emoción, la convirtió en una de las voces más relevantes de la poesía en lengua española.
Murió en Montevideo el 28 de abril de 2009.
Obras más importantes
Entre sus libros de poesía destacan:
- "La suplicante" (1945): Su primer libro de poesía, donde ya se perciben las bases de su estilo reflexivo y sobrio.
- "Cielo cielo" (1947): Un libro breve que explora temas existenciales.
- "Nocturnos" (1955): Una obra cargada de introspección, con temas recurrentes como la soledad y el desamor.
- "Poemas de amor" (1957): Su obra más conocida, que recoge poemas sobre el amor y la pérdida, muchos de ellos inspirados en su relación con Juan Carlos Onetti.
- "Pobre mundo" (1966): Un libro donde reflexiona sobre el paso del tiempo, la vida y la muerte.
- "No" (1980): Una colección de poemas que refuerza su perspectiva existencial y austera.
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