5 poemas de William Shakespeare: sus mejores sonetos
William Shakespeare (1564-1616) es considerado uno de los más grandes escritores de la literatura universal. Su obra abarca teatro y poesía, destacándose por su profundo conocimiento de la naturaleza humana, su riqueza lingüística y su habilidad para combinar lo trágico y lo cómico.
Aunque escribió dos largos poemas narrativos, "Venus y Adonis" y "La violación de Lucrecia", lo más importante de su producción lírica fueron sus 154 sonetos.
1. Soneto 18
¿Que te compare a un día de verano?
Tú eres más gracioso y más templado.
Rudos vientos sacuden los capullos de mayo
Y el alquiler del verano vence tan temprano.A veces muy caliente el ojo del cielo brilla
Y otras, su presencia de oro debilita.
Y toda belleza su belleza alguna vez declina
Por azar o por el desbocado curso de Natura.Mas tu eterno verano no rebajará
Ni perderá posesión de lo bello que adeuda,
Ni la muerte voceará que paseas bajo su sombra
Cuando en eternas líneas, frente al tiempo, crezcas.Mientras un hombre haya que aliente o vea,
Mientras vivirá esto, y esto, a ti, te dará vida.
Este es uno de los sonetos más famosos de su colección y se destaca por la exaltación de la belleza del ser amado y la inmortalidad del arte.
El hablante lírico compara al objeto de su afecto con un día de verano, pero rápidamente establece que su belleza es superior y más duradera.
Así, el primer verso plantea una pregunta retórica: "¿Que te compare a un día de verano?". De inmediato, la voz concluye que él es más hermoso y moderado que la estación estival. Mientras que el verano es inestable y efímero, la belleza del destinatario es más constante.
Aquí aparece el concepto de la poesía como medio de inmortalización. Mientras el paso del tiempo y la muerte afectan a todo lo natural, los versos preservarán la imagen del ser querido.
2. Soneto 57
Soy tu esclavo. ¿Qué más puedo querer
que no sea complacer tus deseos?
No tengo nada importante que hacer
hasta que tú requieres de mi empleo.
Del tiempo no reprocho la cadencia
lenta de minutos cuando en ti pienso.
Ni siento la amargura de tu ausencia
cuando adiós me dices y no te tengo.
Tampoco me pongo a pensar celoso
en dónde estarás y qué estás haciendo.
Como un triste esclavo pienso en los otros
a quienes das alegría, y entiendo.
El amor es un tonto, tan leal en sus ansias,
que no importa lo que hagas, no piensa nada malo.
Aquí se explora la idea del amor servil y la total entrega del hablante hacia la persona amada. A través de la metáfora de la esclavitud, se muestra una relación de dependencia extrema, donde renuncia a su autonomía y se somete completamente a la voluntad del otro.
De este modo, la voz poética se concibe a sí misma como un siervo, cuya única razón de ser es satisfacer a su amante. No tiene intereses propios, su vida gira en torno a los caprichos ajenos.
En el tercer cuarteto, admite que su devoción es tan grande que ni siquiera permite los celos. Aunque sabe que su amado comparte alegría con otros, no se rebela ni siente enojo, sino que lo acepta con comprensión.
Sin embargo, esta aceptación puede interpretarse como una resignación dolorosa, pues parece reconocer su impotencia ante la indiferencia.
En el pareado final, se enfatiza la idea de que el amor es irracional. Se presenta como una fuerza ingenua y sumisa, que no juzga ni cuestiona las acciones de la contraparte.
3. Soneto 1
Cuando asedien tu faz cuarenta inviernos
y ahonden surcos en tu prado hermoso,
tu juventud, altiva vestidura,
será un andrajo que no mira nadie.Y si por tu belleza preguntaran,
tesoro de tu tiempo apasionado,
decir que yace en tus sumidos ojos
dará motivo a escarnios o falsías.¡Cuánto más te alabaran en su empleo
si respondieras : – «Este grácil hijo
mi deuda salda y mi vejez excusa»,pues su beldad sería tu legado!
Pudieras, renaciendo en la vejez,
ver cálida tu sangre que se enfría.
Se trata de una reflexión sobre la juventud y la mortalidad. A través de metáforas sobre la riqueza y la herencia, el poeta aconseja al destinatario que no desperdicie su belleza y la perpetúe a través de un hijo.
Es un ejemplo claro del tema recurrente en los sonetos del autor: la lucha contra el tiempo y la búsqueda de la inmortalidad.
4. Soneto 30
Cuando en dulces sesiones, de meditar silente,
convoco en mi recuerdo las cosas ya pasadas,
suspiro al evocar tantas cosas queridas
y culpo con lamentos el tiempo que he perdido.Entonces, vierto el llanto, no acostumbrado al uso,
por aquellos amigos que se tragó la noche
y renuevo mi llanto, con penas ya olvidadas
lamentando la pérdida de esfumadas imágenes.Me lamento de penas y desgracias pasadas
y cuento nuevamente de dolor en dolor
la tristísima cuenta de renovados llantos,
pagando nuevamente, lo que antes ya pagué.Pero si mientras tanto, pienso en ti, (querido amigo),
reparo mis dolores y acabo con mis penas.
Este poema medita sobre la memoria, la pérdida y el consuelo que brinda la amistad. A través de una estructura que avanza desde el lamento hasta la redención, el hablante revive sus penas, pero encuentra alivio en el pensamiento de un amigo.
Así, sus recuerdos traen consigo las alegrías y pérdidas del pasado, provocando angustia. La nostalgia se presenta como un dolor que se renueva con cada evocación.
También se expresa un duelo por aquellos amigos que han fallecido. La personificación de la noche como un ente devorador refuerza la idea de la muerte como algo inevitable y definitivo.
En el pareado final, se introduce un giro en la tonalidad del poema. A pesar de la tristeza acumulada, el simple acto de pensar en un amigo querido es suficiente para disipar el dolor. Esta conclusión destaca la importancia del afecto humano como fuente de alivio y redención frente al paso del tiempo.
5. Soneto 141
En verdad no te amo con los ojos,
Que descubren en ti mil fealdades,
Pero este corazón, que desvaría,
Adora lo que ellos más desprecian.Tu voz no me deleita los oídos;
Tampoco te codicia el tierno tacto
Ni ansían el gusto y el olfato
Una fiesta sensual contigo a solas.Mas no pueden el juicio ni el sentido
Disuadir a un corazón imbécil
Que desbarata a un simulacro de hombreHaciéndome tu esclavo y tu vasallo.
Sólo me conforta, en tal flagelo,
Que purgo mi delito al cometerlo
Estos versos exploran el conflicto entre la razón y el deseo en el amor. A diferencia de otros sonetos donde la belleza es exaltada, aquí el hablante reconoce que la persona amada no posee atractivos físicos ni sensoriales. A pesar de ello, su corazón sigue siendo esclavo de esa relación.
El tono es amargo y resignado, con una fuerte carga de ironía. Mientras que en otros poemas del ciclo shakespeariano el amor es fuente de gozo o inmortalidad, en este caso resulta casi una condena.
Este poema pertenece a la serie de la dama oscura, una figura que encarna una relación tumultuosa y llena de contradicciones. En contraposición al idealismo de los primeros sonetos dedicados al joven hermoso, se describen sentimientos viscerales, irracionales y dolorosos.
Los sonetos
Fueron escritos entre 1592 y 1598, aunque su publicación oficial no ocurrió hasta 1609, cuando Thomas Thorpe los imprimió en un volumen titulado Shake-Speares Sonnets.
No está claro si Shakespeare autorizó esta publicación, ya que algunos estudiosos creen que Thorpe pudo haber obtenido los manuscritos sin su consentimiento.
El conjunto está compuesto por 154 sonetos, escritos en versos de pentámetro yámbico y con la estructura de soneto inglés o isabelino. Es decir, tres cuartetos con rima alterna (ABAB CDCD EFEF) seguidos de un pareado final (GG).
Este esquema permite un desarrollo progresivo de la idea en los cuartetos y una conclusión o giro en el pareado.
Revisa ¿Qué es un soneto?: definición, estructura y ejemplos
Temáticas y estructura narrativa
Los sonetos de Shakespeare exploran temas como el amor, el paso del tiempo, la belleza, la inmortalidad y el deseo. Se pueden dividir en tres grandes secciones según sus destinatarios y temáticas principales:
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Sonetos 1 - 126: el joven hermoso
En esta serie se dirige a un joven noble de gran belleza, alentándolo a casarse y tener hijos para perpetuar su linaje (tema de la procreación).
La relación entre el hablante y el joven evoluciona desde la admiración hasta la angustia y los celos, sugiriendo una profunda conexión emocional e intelectual. -
Sonetos 127 - 152: la dama oscura
En esta sección, escribe sobre una mujer misteriosa de tez morena con quien mantiene una relación marcada por la pasión, la lujuria y el sufrimiento.
A diferencia del amor idealizado hacia el joven, aquí se presenta una visión más amarga y contradictoria del deseo y la fidelidad. -
Sonetos 153 - 154: los sonetos mitológicos
Son los dos últimos del libro y contienen referencias a la mitología clásica, en particular al dios Cupido. Parecen ser ejercicios poéticos que cierran el ciclo de manera simbólica.
Principales ideas en los sonetos
- El tiempo y la inmortalidad: Shakespeare opone la fugacidad de la juventud al poder del arte para preservar la belleza y la memoria.
- El amor y la belleza: Mientras los primeros sonetos idealizan la belleza del joven, los que están dirigidos a la Dama Oscura rompen con la tradición petrarquista al mostrar una belleza atípica y un amor tormentoso.
- Los celos y la traición: Hay menciones a una posible infidelidad entre el joven y la dama oscura, lo que intensifica el conflicto emocional del hablante.
- La dualidad entre lo carnal y lo espiritual: Aunque exalta el amor platónico, también reconoce la fuerza del deseo físico, especialmente en los sonetos de la dama oscura.
Sobre el autor
William Shakespeare (1564 - 1616) fue un dramaturgo, poeta y actor inglés, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura universal.
Nació en Stratford-upon-Avon y su carrera se desarrolló principalmente en Londres, donde fue parte de la compañía de teatro Lord Chamberlain’s Men, más tarde conocida como los King’s Men.
Su producción abarca tragedias, comedias y relatos históricos. Por su parte, su estilo se caracteriza por el uso innovador del lenguaje, la profundidad psicológica de sus personajes y la combinación de lo dramático con lo gracioso.
En sus obras exploró temas universales como el poder, el amor, la ambición y la condición humana. Destacan tragedias como Hamlet, Macbeth, Otelo, Rey Lear y Romeo y Julieta. En cuanto a sus comedias, las más famosas son El sueño de una noche de verano y Mucho ruido y pocas nueces. Con respecto a sus obras históricas es necesario mencionar Ricardo III y Enrique V.
La cuestión shakespeariana
A lo largo de los siglos han surgido numerosas teorías sobre la verdadera identidad de William Shakespeare.
Aunque la mayoría de los estudiosos aceptan que efectivamente fue él, algunas personas han puesto en duda que un hombre con su origen y educación pudiera haber escrito obras tan complejas y sofisticadas.
Estas dudas han dado lugar a lo que se conoce como la "cuestión shakespeariana".
Principales teorías alternativas
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Francis Bacon (1561 - 1626)
Algunos creen que el filósofo y político inglés Francis Bacon escribió las obras de Shakespeare. Argumentan que su profundo conocimiento del derecho, la ciencia y la filosofía aparece reflejado en los textos y que, por su posición, no podía asociarse directamente con el teatro.
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Edward de Vere, Conde de Oxford (1550 - 1604)
Esta es una de las teorías más populares. Se basa en la educación aristocrática de Oxford, su conocimiento de la corte y sus viajes por Europa, que coinciden con las ambientaciones de muchas obras de Shakespeare.
Sin embargo, murió en 1604, antes de que se escribieran algunas de las piezas atribuidas a Shakespeare. -
Christopher Marlowe (1564 - 1593)
Marlowe fue un dramaturgo contemporáneo de Shakespeare con un estilo similar. Algunos creen que fingió su muerte en 1593 y continuó escribiendo bajo el nombre de Shakespeare.
Sin embargo, no hay pruebas sólidas de que sobreviviera a su asesinato. -
William Stanley, Conde de Derby (1561 - 1642)
Se ha sugerido que Derby tenía acceso a la corte y conexiones con el mundo del teatro, lo que explicaría el conocimiento detallado sobre la aristocracia en las obras de Shakespeare.
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Grupo colaborativo
Otra hipótesis es que varias personas escribieron bajo el nombre de Shakespeare, quizás como una estrategia para proteger su identidad o evitar represalias políticas.
Argumentos en contra de estas teorías
- Registros históricos: Existen documentos que vinculan a William Shakespeare de Stratford con el teatro de Londres, como registros financieros y legales.
- Referencias contemporáneas: Otros escritores de su época, como Ben Jonson, lo reconocieron como autor y nunca insinuaron que fuera un pseudónimo.
- Evolución del estilo: Los estudios lingüísticos muestran un desarrollo coherente en su escritura a lo largo de los años, lo que sería difícil de lograr si varias personas escribieran bajo su nombre.
A pesar de las dudas, la mayoría de los expertos considera que Shakespeare fue el autor real de sus obras. Sin embargo, el misterio en torno a su figura sigue fascinando a investigadores y amantes de la literatura hasta el día de hoy.
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