12 poemas sobre el mar que te encantarán

Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana
Tiempo de lectura: 17 min.

El mar con su inmensidad y fuerza ha cautivado a diversos escritores alrededor del mundo que han buscado entender su misterio a través de diversas creaciones.

A continuación, se puede encontrar una selección de poemas de autores famosos en los que se describe el mar de múltiples formas.

1. El mar - Pablo Neruda

Necesito del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navios.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.

Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.

Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.

Pablo Neruda (Chile, 1904 - 1973) es uno de los poetas más destacados del siglo XX. Su obra recoge varios registros, desde el desgarro amoroso hasta el compromiso social.

El mar fue uno de los grandes motivos que trabajó a lo largo de su vida y dedicó varios poemas a explorar su misterio.

Aquí destaca el poder inconmensurable del océano al que le otorga una dimensión casi divina, como fuente de aprendizaje y un sitio que permite la conexión espiritual. No es sólo un paisaje, sino también un maestro que guía y transforma al hablante lírico.

De este modo, al observarlo ha aprendido el valor de estar en movimiento y fluir. Con ello, el mar se ha convertido en una presencia transformadora que despierta una conexión con las fuerzas eternas de la naturaleza y le da un nuevo sentido de pertenencia y vitalidad.

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2. Cerca del mar - Christina Rossetti

¿Por qué gime siempre el mar?
Expulsado del cielo, fuerza a su llanto
a corroer el borde de la playa;
ni todos los ríos de la tierra podrían hartarlo:
el mar, insaciable, siente la sed mientras bebe.

Puros milagros de atractivo reposan
escondidos en ese lecho nunca visto:
anémonas, sal, desapasionadas
corrientes como flores, lo bastante vivo
para soplar y multiplicarse y prosperar.
Pintorescas caracolas, curvas, manchadas o espirales,
con incrustaciones vivas como los ojos de Argos,
todas igual de bellas, aunque todas distintas,
nacen sin espasmos, y mueren
sin espasmos, y así pasan.

Christina Rossetti (1830 - 1894) fue una escritora inglesa muy popular durante la época victoriana. Con los años, su figura se fue olvidando, pero ha vuelto a resurgir con nuevas lecturas sobre su obra.

Formó parte de la Hermandad Prerrafaelita, grupo de artistas que buscaba volver la mirada hacia la naturaleza y alejarse del arte académico que predominaba en la Inglaterra del siglo XIX.

Así, en estos versos alude al mar como una entidad insaciable que es capaz de engendrar bellezas imposibles de replicar por el ser humano.

En este texto puede notarse la influencia de temas de la literatura clásica. Por ejemplo, cuando describe las caracolas "con incrustaciones vivas como los ojos de Argos". Éste es un gigante de cien ojos que todo lo ve, constructor de barcos y asociado al mundo del mar.

3. Del mar azul las transparentes olas - Rosalía de Castro

Del mar azul las transparentes olas
mientras blandas murmuran
sobre la arena, hasta mis pies rodando,
tentadoras me besan y me buscan.

Inquietas lamen de mi planta el borde,
lánzanme airosas su nevada espuma,
y pienso que me llaman, que me atraen
hacia sus salas húmedas.

Mas cuando ansiosa quiero
seguirlas por la líquida llanura,
se hunde mi pie en la linfa transparente
y ellas de mí se burlan.
Y huyen abandonándome en la playa
a la terrena, inacabable lucha,
como en las tristes playas de la vida
me abandonó inconstante la fortuna.

Rosalía de Castro (1837 - 1885) es una de las poetas españolas más importantes del siglo XIX. Exponente del Romanticismo, su obra abarca varios temas como el amor, la muerte y el dolor.

Aquí la hablante entabla una relación con el mar y su oleaje. Se puede ver una intención erótica con expresiones como "me besan y me buscan", "lamen de mi planta el borde" y "me atraen hacia sus salas húmedas".

Sin embargo, es una conexión que resulta imposible, ya que el océano parece sólo tentarla con su fuerza y belleza. Con ello, se busca demostrar lo pequeño que resulta el ser humano frente al poder de la naturaleza.

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4. Frente al mar - Alfonsina Storni

Oh mar, enorme mar, corazón fiero
de ritmo desigual, corazón malo,
yo soy más blanda que ese pobre palo
que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,
yo me pasé la vida perdonando,
porque entendía, mar, yo me fui dando:
“Piedad, piedad para el que más ofenda”.

Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
me falta el aire y donde falta quedo,
quisiera no entender, pero no puedo:
es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,
me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres,
allá en las tardes que la vida mía
bajo las horas cálidas se abría…
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
todo dolor me vence, todo sueño;
mar, dame, dame el inefable empeño
de tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,
¡Aire de mar!… ¡Oh tempestad, oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y equivoca
pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele…
La vida mía debió ser horrible,
debió ser una arteria incontenible
y apenas es cicatriz que siempre duele.

La escritora argentina Alfonsina Storni (1892 - 1938) fue una figura importante en el panorama literario de América Latina de comienzos de siglo, ya que su obra representaba la visión femenina de la realidad.

En estos versos, la hablante admira el mar por la enorme fuerza que posee y de la que ella lamentablemente carece. Por ello, le implora un poco de su determinación para así poder ser firme y no aceptar malos tratos de nadie. De este modo, busca asemejarse al océano y adquirir un poco de su fiereza.

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5. El mar - Idea Vilariño

Tan arduamente el mar,
tan arduamente,
el lento mar inmenso,
tan largamente en sí, cansadamente,
el hondo mar eterno.

Lento mar, hondo mar,
profundo mar inmenso…

Tan lenta y honda y largamente y tanto
insistente y cansado ser cayendo
como un llanto, sin fin,
pesadamente,
tenazmente muriendo…

Va creciendo sereno desde el fondo,
sabiamente creciendo,
lentamente, hondamente, largamente,
pausadamente,
mar,
arduo, cansado mar,
Padre de mi silencio.

La poeta uruguaya Idea Vilariño (1920 - 2009) destacó con una extensa obra en la que explora la intimidad, el amor y el deseo.

En este poema el mar simboliza la eternidad y el cansancio existencial. La repetición de adjetivos como “lento”, “hondo”, “cansado” y “arduo” sugieren un agotamiento vital.

Así, el océano se transforma en un reflejo de la interioridad del hablante lírico, que asume las características marinas y, en su inmensidad, carga con un peso emocional profundo y persistente, casi melancólico.

De este modo, el individuo se encuentra en un proceso de desgaste ("como un llanto, sin fin"), donde el movimiento de las olas asemeja a un lamento.

En el cierre, se refiere al mar como "padre de mi silencio", lo que profundiza esta conexión íntima. Para el hablante, el mar no es sólo un elemento externo, sino una figura parental que refleja su propio cansancio.

6. El mar - Jorge Luis Borges

Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.

¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?

Quien lo mira lo ve por vez primera,
siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.

¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.

Jorge Luis Borges (Argentina, 1899 - 1986) fue uno de los escritores más reverenciados del siglo XX. En su obra, planteó la multiplicidad del tiempo y el espacio, así como la presencia de un lector activo, co-creador del texto.

En estos versos, el mar se vislumbra como una entidad que es tan antigua como el mismo universo. A pesar de ello, sigue siendo un gran misterio para la humanidad.

Asimismo, tiene la característica de ser un espacio multifacético que permite diversos estados y que siempre tiene la capacidad de ofrecerle al individuo un nuevo aspecto.

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7. Un canto fúnebre - Mary Shelley

Esta mañana, amor, tu galante navío
se lanzaba a la mar bajo un cielo radiante.
Pocas horas después, una negra tormenta
lo ha hecho naufragar.

¡Dolor! ¡Dolor! ¡Dolor!
En las profundidades,
acunan los espíritus
tu sueño ahora eterno.

Sobre la arena yaces, amor mío,
mientras baten las olas,
y las ninfas del mar
entonan un eterno canto fúnebre.

¡Venid! ¡Venid! ¡Venid!
¡Oh, espíritus marinos!
Junto a su lecho de algas,
velo su cuerpo a solas.

A lo lejos, amor,
y mar adentro, en las profundidades,
un lamento salvaje el eco arranca
en las grutas marinas.

¡Oíd! ¡Oíd! ¡Oíd!
Son ellos, los espíritus del mar,
que hacen oír su pena sin consuelo
y acompañan mi llanto interminable.

Mary Shelley (1797 - 1851) fue una de las voces más importantes de la literatura inglesa del siglo XIX. Aunque es más conocida por su novela Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), tiene una importante obra poética.

En este poema hace alusión a la trágica muerte de su marido, Percy Shelley, quien murió ahogado en 1822 cuando naufragó el barco en el que se encontraba.

Aquí la hablante alude al mar como un espacio cambiante. Cuando su amado partió nada auguraba lo que ocurriría. Así, el océano se transforma en el escenario de su desolación, pero también en una compañía para su dolor.

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8. Frente al mar - Octavio Paz

1

Llueve en el mar:
al mar lo que es del mar
y que se seque la heredad.

2

¿La ola no tiene forma?
En un instante se esculpe
y en otro se desmorona
en la que emerge, redonda.
Su movimiento es su forma.

3

Las olas se retiran
—ancas, espaldas, nucas—
pero vuelven las olas
—pechos, bocas, espumas—.

4

Muere de sed el mar.
Se retuerce, sin nadie,
en su lecho de rocas.
Muere de sed de aire.

Octavio Paz (1914 - 1998) es uno de los escritores mexicanos más reconocidos a nivel mundial. Su obra es bastante amplia y destacó como ensayista y poeta.

Aquí busca hacer un juego lingüístico en donde el mar se vislumbra como una fuerza fascinante que se define por su eterno movimiento y fugacidad.

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9. Mira el mar infinito - Walt Whitman

Mira el mar infinito.
Sobre su pecho sale a navegar un navío
Que despliega sus velas, incluidas las de gavia.
Su pendón ondea en lo alto mientras aumenta
Su velocidad de manera majestuosa.
Debajo, las olas rivalizan,
Rodean al barco, apiñándose,
Con brillantes movimientos circulares y espuma.

Walt Whitman (Estados Unidos, 1819 - 1892) es uno de los autores clave de la literatura norteamericana y gran exponente del movimiento trascendentalista que buscaba explorar la relación entre el ser humano y la naturaleza.

En estos breves versos presenta una imagen que pertenece a la cotidianidad: un barco que zarpa hacia la inmensidad del mar. El hablante lírico destaca lo imponente del navío que es capaz de aumentar su velocidad, pero al mismo tiempo, reflexiona sobre la fuerza de las olas que rivalizan con el invento humano que jamás podrá equipararlo.

10. Mar - Juana de Ibarbourou

Todo el mar es un mar hecho de peces,
pez de la espuma, pez de la marea
y alrededor del barco que golpea,
pez de la soledad deshecho en eses.

Aliento zigzagueante de corales,
salmodia de tritones y sirenas
que en el lecho nupcial de las arenas
consuman sus oscuros funerales.

Sol y sombra, mordisco y mecedura
que eternamente la salmuera apura
para los mudos muertos de su entraña.

Amo la perla de tu valva ciega
¡Oh pez, oh pez de la epopeya griega
y la aventura cenital de España!

Juana de Ibarbourou (Uruguay, 1892 - 1979) fue una de las voces femeninas más destacadas en América Latina durante el siglo XX.

Aquí, el hablante lírico describe el mar como un espacio de vida, mito y misterio. Así, lo cataloga como una entidad viva, diversa y en constante movimiento, que rodea al ser humano representado en la imagen del "barco que golpea". Esta visión subraya la fusión del mundo natural y el humano en un ambiente dinámico, donde el océano y sus criaturas personifican la vastedad del universo.

También invoca elementos míticos como tritones y sirenas, personajes que en la “salmodia” (un canto ritual) del mar representan tanto el placer como la muerte. Así, el océano es un lugar tanto de origen como de destino final, donde se encuentran y se consuman las fuerzas de la naturaleza.

El cierre del poema enfatiza esta dualidad: el mar es a la vez acogedor y cruel, produciendo "la perla de tu valva ciega", un símbolo de belleza y tesoro oculto. Del mismo modo, contiene ecos de antiguas epopeyas y viajes, como la "aventura cenital de España", evocando la tradición marítima de ese país.

11. El mar triste - Antonio Machado

Palpita un mar de acero de olas grises
dentro los toscos murallones roídos
del puerto viejo. Sopla el viento norte
y riza el mar. El triste mar arrulla
una ilusión amarga con sus olas grises.
El viento norte riza el mar, y el mar azota
el murallón del puerto.
Cierra la tarde el horizonte
anubarrado. Sobre el mar de acero
hay un cielo de plomo.
El rojo bergantín es un fantasma
sangriento, sobre el mar, que el mar sacude…
Lúgubre zumba el viento norte y silba triste
en la agria lira de las jarcias recias.
El rojo bergantín es un fantasma
que el viento agita y mece el mar rizado,
el tosco mar rizado de olas grises.

Antonio Machado (1875 - 1939) fue un reconocido escritor español, perteneciente a la generación del 98. Aunque fue narrador y dramaturgo, dentro de su producción destaca la poesía.

En este poema, el hablante lírico explora un aspecto del mar poco trabajado en la lírica: un día gris, con fuertes vientos y oleaje. Así, se destaca la eterna fuerza y cadencia del océano como un mundo que resulta inaccesible para el ser humano. Esto último se representa con el pequeño barco rojo que es sacudido por la tempestad.

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12. El mar - Mario Benedetti

Qual è l'incarnato dell`onda?
Valerio Magrelli

¿Qué es en definitiva el mar?
¿por qué seduce? ¿por qué tienta?
suele invadirnos como un dogma
y nos obliga a ser orilla

nadar es una forma de abrazarlo
de pedirle otra vez revelaciones
pero los golpes de agua no son magia
hay olas tenebrosas que anegan la osadía
y neblinas que todo lo confunden

el mar es una alianza o un sarcófago
del infinito trae mensajes ilegibles
y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora
tensa y elemental melancolía

el mar no se avergüenza de sus náufragos
carece totalmente de conciencia
y sin embargo atrae tienta llama
lame los territorios del suicida
y cuenta historias de final oscuro

¿qué es en definitiva el mar?
¿Por qué fascina? ¿por qué tienta?
es menos que un azar / una zozobra /
un argumento contra dios / seduce
por ser tan extranjero y tan nosotros
tan hecho a la medida
de nuestra sinrazón y nuestro olvido

es probable que nunca haya respuesta
pero igual seguiremos preguntando
¿qué es por ventura el mar?
¿por qué fascina el mar? ¿qué significa
ese enigma que queda
más acá y más allá del horizonte?

Mario Benedetti (Uruguay, 1920 - 2009) es una de las voces más populares de la literatura latinoamericana. Aunque cultivó varios géneros, se destacó particularmente en la narrativa y en la poesía.

Aquí busca desentrañar lo misterioso que resulta el mar para el ser humano. De esta manera, plantea que es un espacio que otorga muchos beneficios, pero que también puede convertirse en un sitio peligroso y de muerte ("el mar es una alianza o un sarcófago").

El poema se cierra con la idea de que es su misma naturaleza elusiva e intrigante lo que convierte al océano en una fuerza que seguirá cautivando a generaciones.

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Catalina Arancibia Durán
Catalina Arancibia Durán
Máster en Literatura Española e Hispanoamericana. Diplomada en Teoría y Crítica de Cine. Profesora de talleres literarios y correctora de estilo.