7 poemas cortos del Renacimiento (explicados)
El Renacimiento fue un periodo de transformación artística y cultural que permitió una renovación en los estilos y temas literarios. Durante aquellos años proliferaron varios escritores que buscaban innovar a través de la forma y los juegos con el lenguaje.
En el siguiente listado se pueden encontrar a algunos de los principales exponentes de la poesía renacentista.
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1. Soneto XXIII - Garcilaso de la Vega
En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega (1501 - 1536) es uno de los escritores más famosos del Siglo de Oro Español, época en que la poesía se renovó a través del ritmo y la estructura.
En estos versos se describe la belleza de una dama, para que así el lector recuerde la fugacidad de la vida. También se hace alusión al motivo Carpe Diem, haciendo un llamado a disfrutar de los placeres de la juventud antes de que sea muy tarde.
2. Nada te turbe - Santa Teresa de Jesús
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.Véngan desamparados,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Santa Teresa de Jesús (España, 1515 - 1582) es una de las máximas representantes de la poesía mística renacentista. Escribió su autobiografía titulada Libro de la vida, así como numerosos poemas que reflejan su búsqueda espiritual y sus experiencias místicas.
"Nada te turbe" es uno de sus textos más famosos. En él afirma su creencia en Dios, una fuerza superior capaz de acompañar al ser humano durante toda su vida. Así, aconseja alejarse de las glorias banales de la existencia terrenal y confiar en la sabiduría del Señor, pues quienes creen fervientemente tienen asegurado el descanso eterno.
3. Soneto CXVIII - Juan Boscán
Un nuevo Amor un nuevo bien me ha dado
ilustrándome el alma y el sentido,
por manera que a Dios ya yo no pido,
sino que me conserve en este estado.
A mi bien acrecienta el mal pasado,
tan sin temor estoy de lo que ha sido;
y en las hierbas compuestas que he bebido,
mi fuerza y mi vivir se han mejorado.
Anduvo sobre mí gran pestilencia,
hasta matar los pájaros volando,
y casi cuanto en vida fue criado;
Este influjo crüel se fue pasando:
y así, de esta mortal, brava dolencia,
con más salud quedó lo que ha quedado.
Juan Boscán (1487 - 1542) fue un escritor decisivo para el desarrollo de la literatura española. Influenciado por sus viajes y por la estética del Renacimiento, renovó la lírica de su país al adaptar el endecasílabo italiano a la métrica castellana. Así nació el soneto, la forma poética más utilizada durante el Siglo de Oro Español.
En este soneto declara la felicidad que siente de haber encontrado finalmente el amor. A pesar de haber sufrido en el pasado, es capaz de recibir la oportunidad con los brazos abiertos. El hablante se siente preparado y con fuerza para todo gracias a esta nueva relación.
4. Bendito sea el año - Francesco Petrarca
Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenóse al alma mía.
Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.
Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros, y mi llanto.
Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan solo lo comparte.
Francesco Petrarca (Italia, 1304 - 1374) fue un destacado poeta, considerado como el padre del humanismo y pilar fundamental para la literatura renacentista italiana. Gracias a su obra, se popularizó el soneto como forma lírica predominante durante aquellos años.
En este poema se trabaja el tema romántico. Así, agradece el momento exacto en que logró conocer a la amada, aquella fuerza que lo impulsa a mirar la existencia de otra manera.
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5. Al salir de la cárcel - Fray Luis de León
Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.
Fray Luis de León (1527 - 1591) fue un reconocido poeta, místico y teólogo español, el mayor representante de la literatura ascética del Renacimiento.
Fue detenido por la Inquisición y encarcelado durante cuatro años a partir de 1573. Por ello, en este poema, alude a la necesidad espiritual que siente de alejarse de la realidad mundana para así encontrar al fin el descanso en la vida sencilla del campo. En ese lugar, puede deleitarse en la compañía de Dios y de sí mismo.
6. "A una rosa" - Luis de Góngora
Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lúcida,
y para no ser nada estás lozana?Si te engañó tu hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para tu vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.
Luis de Góngora (1561 - 1627) es un destacado poeta español que cultivó el culteranismo. De este modo, escribió de manera ornamentada, utilizando una sintaxis compleja.
Aquí realiza un análisis sobre la fugacidad de la vida humana y lo inminente de la muerte. En este soneto se dirige a una rosa, una delicada creación cuya belleza cautiva, pero es tan efímera que debe aprovecharse mientras dura.
7. Llama de amor viva - San Juan de la Cruz
¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.
¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado!
Que a vida eterna sabe
y toda deuda paga;
matando, muerte en vida la has trocado.
¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con estraños primores
calor y luz dan junto a su querido!
¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuán delicadamente me enamoras!
San Juan de la Cruz (1542 - 1591) fue un místico y poeta español que se destacó por una obra que explora la relación del alma con Dios y la búsqueda de una unión mística.
En estos versos, el hablante se dirige a su Creador para aclarar que ya se encuentra listo para reunirse con Él y alcanzar la vida eterna. Así, descubrir a Dios y mantener su fe han logrado que abandonara la oscuridad, por lo que apela a que se concrete pronto la unión.
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