¿Qué es el arte?: definición y características

Laura Aidar

Arte-educadora, fotógrafa y artista visual

Tiempo de lectura: 6 min.

El arte es una forma de expresión del ser humano. Aunque puede realizarse en una gran variedad de medios, lenguajes y técnicas, los artistas comparten el deseo de transmitir sentimientos y emociones.

Cuestionar el concepto de arte es complejo y genera muchas opiniones. Esta variedad de respuestas también hace que el tema sea muy interesante. Después de todo, ¿qué es el arte para ti?

Definir el arte

En primer lugar, conviene aclarar que no existe una definición única de qué es el arte. Es difícil plantear un significado absoluto para una actividad que reúne una producción tan vasta y diversa.

Sí es posible afirmar que está relacionado con la necesidad de comunicación humana y, en su mayor parte, con la expresión de emociones y problemáticas que pueden ser existenciales, sociales o puramente estéticas.

Así, las manifestaciones artísticas pueden realizarse a través de una serie de plataformas diferentes, como la pintura, la escultura, el grabado, la danza, la arquitectura, la literatura, la música, el cine, la fotografía, la performance, etc.

Arte callejero — Las expresiones callejeras también son consideradas como arte

Sobre la palabra Arte

La palabra arte deriva del latín «ars», que significa habilidad, técnica. Según el diccionario de términos latinos, «ars» significa:

Modo de ser o proceder, cualidad.
Destreza (adquirida mediante el estudio o la práctica), conocimiento técnico.
Talento, arte, habilidad.
Artificio, astucia.
Oficio, profesión.
Labor, trabajo, tratado.

En cuanto al vocabulario propiamente dicho, según La Real Academia Española, la palabra «arte», en su segunda acepción, se define como:

Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.

La importancia del arte

Se puede establecer que los artistas, en su mayoría, pretenden provocar, debatir, cuestionar ciertas situaciones y estimular la conciencia colectiva e individual.

El arte está estrechamente vinculado al tiempo histórico en el que se produce, y algunos lo consideran un reflejo o un registro de su época. En palabras del crítico de arte inglés Ruskin

Las grandes naciones escriben su autobiografía en tres volúmenes: el libro de sus hechos, el libro de sus palabras y el libro de su arte (...) Ninguno de estos tres libros puede entenderse sin haber leído los otros dos, pero de estos tres, el único en el que se puede confiar es el último.

Entonces, ¿qué es una obra de arte?

¿Qué hace que un objeto sea una obra de arte? ¿Es la intención original del artista? ¿Existe una figura o institución con autoridad para afirmarlo (un conservador, un museo, un galerista)?

Desde finales del siglo XIX, algunos artistas comenzaron a cuestionarse este tema. Así, indagaron en cuáles eran los límites del arte y quién tenía la supuesta autoridad para definir un objeto artístico.

La fuente Duchamp — *La fuente* (1917)
Marcel Duchamp

Es el caso del urinario (La Fuente, 1917), obra de Marcel Duchamp. Con ella, se sacó un objeto de su contexto cotidiano y se trasladó a una galería, convirtiéndose en una obra de arte.

Lo que cambiaba aquí era el estatus de la pieza: salía de un cuarto de baño donde tenía una función y pasaba a ser observada de un modo diferente al ser expuesta en la sala de un espacio artístico.

El gesto transgresor pretendía cuestionar los límites del arte: al fin y al cabo, ¿qué define un objeto artístico? ¿Qué es una obra legítima? ¿Quién la legitima?

La elección del artista provocó (y sigue provocando) cierta resistencia en buena parte del público. Estas cuestiones siguen abiertas y numerosos pensadores y filósofos continúan analizándolas.

¿Cuál es la finalidad del arte?

Intentar asignar una función al arte puede ser una estrategia peligrosa. A diferencia de otras producciones en las que hay un objetivo, en el arte no hay necesidad de una utilidad práctica.

En todo caso, se trata de una actividad que, entre otras cosas, debería servir de catarsis, es decir, de limpieza emocional, permitiendo purgar lo que angustia al artista y, en un sentido más amplio, a la sociedad. Sería una forma de purificación, de permitir que los traumas se liberen a través de la descarga emocional provocada por la obra de arte.

Algunas personas, en cambio, creen que la función del arte es embellecer la vida. Este criterio es bastante dudoso, ya que la belleza que encierra una obra depende de la personalidad de quien la interpreta y, sobre todo, de lo que se considera bello en una época, cultura y sociedad determinadas.

También existe la creencia de que el arte tiene la función de promover la reflexión individual, estimulando la conciencia de nuestra condición humana.

Lo cierto es que el arte puede fomentar la reflexión social y colectiva, dando lugar a una nueva visión de cuestiones antes silenciadas, convirtiéndose así en un importante agente de transformación social.

Primeras manifestaciones artísticas

Desde los tiempos más remotos, los seres humanos han sentido la necesidad de comunicarse. Ya en el Paleolítico, en la primera fase de la prehistoria, producían objetos sin función utilitaria.

Estos artefactos servían tanto para crear un vínculo espiritual como para reforzar el sentimiento de colectividad entre ellos. El arte es, por tanto, una de las expresiones más antiguas de la humanidad.

Las primeras manifestaciones artísticas conocidas pertenecen al Arte Prehistórico y datan de antes del 30.000 a.C.

El arte rupestre es un ejemplo y consiste en dibujos y pinturas realizados en las paredes de las cuevas. En ellos podían verse hombres y animales interactuando, casi siempre en posición de acción.

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Tipos de arte

Originalmente existían siete categorías. El francés Charles Batteux (1713-1780), en su libro Las Bellas Artes (1747), clasificó las manifestaciones artísticas con las siguientes etiquetas: