Renacimiento: qué es, características y obras más importantes
El renacimiento fue un movimiento cultural y artístico europeo basado en el "renacer" de los valores de la Antigüedad clásica. Alcanzó su auge en el siglo XV y se extendió hasta la primera mitad del siglo XVI, cuando dio paso al período barroco. Tuvo su origen en la región de Italia, desde donde se extendió al resto de Europa.
Según el investigador Pierre Francastel, se conformaron dos grandes centros de difusión artística:
- Italia: con urbes comerciales opuestas en carácter a la rigidez romana-bizantina.
- Norte de Europa: a través de las cortes principescas de la casa real de Francia.
Características del Renacimiento
Aunque el Renacimiento tuvo diferentes expresiones en toda Europa, los estilos e intereses desarrollados tienen características comunes que permiten identificarlo.
Imitación del arte clásico grecorromano en todas las disciplinas
Para los renacentistas el arte clásico se convirtió en la referencia fundamental, tanto a nivel de contenidos como en lo que a estilo se refiere.
Simetría, equilibrio y proporción
Parte de este interés por la antigüedad clásica se expresó en la adopción de estos tres aspectos fundamentales del canon clásico: equilibrio, proporción y simetría. No sólo fueron vistos como elementos estéticos al servicio de una composición elegante, sino como expresión del racionalismo científico y filosófico de la época.
Percepción del arte como forma de conocimiento
En esta época proliferó el espíritu científico, ya que los artistas estudiaban asiduamente geometría, anatomía y otras ciencias. Si en la Edad Media las artes plásticas eran consideradas manuales, durante el Renacimiento se luchó para que se las comprendiera como forma de conocimiento.
Estudio de la naturaleza
A diferencia de la Edad Media, el arte del Renacimiento ya no es un código de conducta, sino un inventario del universo, por lo que se comenzó a pensar en función de las leyes físicas. Así, se aplicaron conocimientos geométricos, matemáticos, botánicos, anatómicos, filosóficos, etc.
Gracias a ello, en las artes plásticas se permitió el desarrollo de los siguientes elementos:
- Estudio de la luz diáfana (en detrimento de la luz colorida del gótico), lo que dio origen al claroscuro;
- Estudio de la geometría espacial, lo que perfeccionó la perspectiva lineal o el punto de fuga.
De igual manera, el estudio de la naturaleza llevó al perfeccionamiento del naturalismo, es decir, el principio de imitación de las formas naturales en búsqueda de la verosimilitud.
Separación del arte y la artesanía
La relación del arte con el espíritu racional y científico trajo consigo la especialización artística. De este modo, los gremios medievales de artesanos dieron lugar a los talleres de artistas. Con ello, el arte obtuvo autonomía, relegando a la condición de artesanía aquellos objetos con una función pragmática.
Cambio de la función social del arte
Ante los nuevos cambios, especialmente el refinamiento intelectual de los contenidos, el público se fue reduciendo y el circuito especialista se ensanchó. Así, el arte se convierte en un objeto de distinción social y ya no es sólo un vehículo para la promoción de contenidos institucionales.
Temas
En la Edad Media el arte sacro era más valorado que el profano, debido a la influencia católica. En cambio, durante el Renacimiento la secularización abrió las posibilidades. Se revalorizaron los temas provenientes de la mitología y la historia, además de los temas religiosos.
Asimismo, la preocupación por la muerte cambió su forma de expresión. La mirada antropocéntrica de inspiración grecolatina, que rescataba el placer, favoreció el interés por los tópicos tempo fugit (fugacidad del tiempo), collige virgo rosas ('corta las rosas, doncella') y carpe diem (aprovecha el día).
En temas religiosos, fueron de gran interés las madonnas con el niño, en sus diferentes variantes que respondían a la creatividad del artistas y a los deseos del cliente/patrono.
Géneros
En el Renacimiento nacieron nuevos géneros gracias al espíritu pujante y secular de aquellos años. En pintura, con la aparición de la técnica al óleo, comenzó a predominar la pintura sobre lienzo. Esto permitió el desarrollo de nuevos géneros, como el retrato pictórico (individual). Asimismo, la escultura se independizó definitivamente de la arquitectura, dando lugar a la escultura exenta y a los monumentos públicos.
En literatura, apareció un nuevo género de gran importancia para la modernidad: el ensayo, impulsado por el francés Michel de Montaige. En la lírica, se desarrollaron los géneros mayores como la canción, el himno, la oda, la sátira, la égloga y la elegía. También se crearon los géneros menores como el madrigal, la letrilla y el epigrama.
Por su parte, en la narrativa en verso se comenzó a practicar la epopeya, el poema épico y el romance. Dentro de la narrativa en prosa destacó el cuento, la leyenda, la fábula y la novela en sus diferentes subgéneros: la picaresca, de caballería, la pastoril, la morisca y la bizantina, entre otras. También floreció el arte dramático que alcanzó gran importancia hacia finales del Renacimiento.
En la música, el giro más importante fue la aparición de la polifonía. Esto dio paso a géneros como el motete, el madrigal, la misa, el romance, la ensalada, el villancico, la chanson polifónica, etc. Dentro de las formas instrumentales se destacaron las danzas, la toccata, el preludio, etc.
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Contexto histórico del Renacimiento
Identificar la fecha de origen del Renacimiento es complejo, ya que responde a un proceso paulatino. Algunos autores toman como referencia el fin de la peste negra en 1348. Otros lo establecen en el año 1453, cuando el Imperio bizantino cayó tras el asedio otomano.
De la Edad Media al Renacimiento
Durante la Edad Media dominaba el feudalismo, un sistema económico cerrado que no permitía el ascenso social. Europa, dividida en reinos, sostenía su unidad cultural en el cristianismo, por lo que la organización social era teocéntrica.
Hacia finales de la Edad Media, el desarrollo de la tecnología agrícola permitió el incremento de la producción. Con ello, creció el comercio y aparecieron los burgos, centros urbanos en los que habitaban los burgueses, dotados con actividad comercial y cultural diversificada.
La peste negra detuvo momentáneamente este crecimiento. Llegó primero a Génova, Venecia y Mecina entre 1347 y 1348, coincidiendo con la guerra entre los reinos húngaro y napolitano. La peste se extendió rápidamente por Francia, Inglaterra, España, Rusia y el resto de Europa.
La mortandad que produjo también trajo consecuencias culturales. Por un lado, la prostitución aumentó al morir los hombres que sostenían el hogar. Por el otro, muchas personas se entregaron a la satisfacción de sus apetitos carnales ante la amenaza de la muerte.
El origen del Renacimiento
Con el fin de la peste comenzó un proceso de restauración. De este modo, los campesinos tomaron tierras sin dueño para producirlas Por su parte, los citadinos asalariados pudieron recibir mejores pagas debido a la escasez de personal. Así fue como se consolidó una economía protocapitalista, es decir, un capitalismo temprano.
En aquel entonces, las ciudades-estado italianas comenzaron a anhelar la grandeza del pasado imperial romano. Con la caída del Imperio bizantino se dieron las condiciones económicas y políticas propicias para el crecimiento de la producción y el comercio occidental. Con ello, se renovó el interés por la literatura, la filosofía y el arte de la gloria imperial. Es decir, se renovó el interés por la antigüedad clásica.
Significado de la palabra Renacimiento
Este período histórico recibió el nombre de Renacimiento, ya que renació el interés por el pasado grecolatino debido al orgullo de las ciudades-estado italianas que se sentían herederas de la gloria imperial.
La extensión de este movimiento se dio de forma natural, pues toda Europa occidental había estado bajo el dominio de Roma en el pasado. De este modo, aquella tradición cultural no resultaba extraña fuera de los límites de la península itálica.
Asimismo, la superación de la inmovilidad social propia del medioevo fue un elemento que hizo despertar la posibilidad de un nuevo orden social y cultural.
Muy pronto el Renacimiento se irradió por toda Europa, convirtiéndose en una auténtica transformación cultural. Ese nuevo espíritu pujante y optimista ahora centraba la atención en el ser humano, lo que llevó al desarrollo que una cultura antropocéntrica.
Valores del Renacimiento
Humanismo y antropocentrismo
Un valor esencial del Renacimiento es el antropocentrismo, que consiste en hacer del ser humano el centro de referencia de la vida social y cultural. Parte de este cambio hunde sus raíces en el humanismo teocéntrico del medioevo, que da lugar al humanismo antropocéntrico del Renacimiento. Sin embargo, de acuerdo a Pierre Francastel, no se derrumba la creencia en la divinidad, sino la fe en la esencia mística del mundo.
De este modo, el paso de la Edad Media al Renacimiento no se explica por la refinación de la técnica, sino por la transformación de las relaciones humanas. Así, el hombre ya no está a merced del destino que le imputa el clero, sino que comprende la relatividad de la condición humana.
Valoración de la antigüedad clásica
Los valores de la antigüedad clásica son retomados en el Renacimiento. Se leen y traducen los textos de los autores grecolatinos y se estudia el arte de la antigüedad con especial interés, ya que se considera expresión culta que subraya lo humano por excelencia.
Racionalismo y cientificismo
Este afán por el pensamiento de los antiguos favorece una vuelta al racionalismo y al cientificismo. Así, se genera una gran curiosidad por comprender el universo. El Renacimiento retira el velo místico de la naturaleza, por lo que decide investigarla y descubrir sus últimos secretos.
Individualismo
Si la Edad Media era comunitaria, el Renacimiento permite el florecimiento del individualismo, pero no en el sentido que actualmente le damos a esta palabra. En aquella época se fundamentaba en la compresión del hombre como totalidad, resaltando el placer, la dignidad y la libertad.
Secularización del saber y la cultura
Durante el Renacimiento, la Iglesia deja de ser la única fuente cultural de Occidente. Así, los sectores civiles asumen parte en la producción, promoción y protección de las artes y las ciencias.
Aparición del gentil-hombre
Con el Renacimiento y todos sus valores asociados, aparece la ideal del hombre múltiple y docto, que conoce todas las ciencias y áreas. Es el ideal del gentil-hombre.
Mecenazgo
En el Renacimiento se llamó mecenazgo a la práctica de la promoción del arte y la protección de los artistas. Las personas que actuaban como "protectores" fueron llamadas mecenas. Ambos nombres derivaron de Cayo Cilnio Mecenas, un noble romano etrusco del siglo I a.C. que se destacó por ser un apasionado promotor de las artes y la literatura. De hecho, fue amigo de Horacio y Virgilio.
El mecenazgo renacentista fue liderado por sectores seculares, nobles y burgueses que buscaban dar honra a Dios, a su ciudad y a sí mismos por medio de la promoción de las artes. Entre los mecenas más importantes destacan la familia Medici, la familia Uffizi, los Gonzaga, los Sforza, los Borgia y los D'Este, entre otros.
Con frecuencia, los mecenas, llamados también donantes, patronos o comitentes, aparecían en las obras artísticas que promovían. Eso era inadmisible en los tiempos medievales, pero el nuevo orden cultural del Renacimiento lo permitía.
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Etapas del arte renacentista
Si bien es cierto que el pleno Renacimiento ocurre en el siglo XV, algunos autores establecen en el siglo XIV sus inicios. Por lo tanto, en lo que respecta a las artes y la cultura, en aquel periodo comienza una nueva conciencia estética.
Si la mirada se fija en la historiografía italiana, el Renacimiento se divide en etapas designadas de acuerdo a ciclos temporales que abarcan toda la producción cultural. Estas son: Trecento, Quattocento y Cinquecento.
Trecento
Trecento es una expresión italiana que se refiere al siglo XIV, los años 1300 en Italia. Se trata de la transición al pleno Renacimiento.
Durante ese período, se da la individualización de los personajes, diferenciándose de la Edad Media que tendía a la estereotipación. Asimismo, se procura la expresión de los rasgos emocionales y se presta mayor atención a la anatomía. También comienza a trabajarse el fondo de la composición que incluye el paisaje y se perfecciona la técnica del fresco. Esta renovación estética da lugar a dos grandes escuelas: la sienesa y la florentina.
Quattrocento
Corresponde a los años 1400 y constituye el pleno Renacimiento. Su centro de mayor desarrollo estuvo en Florencia. El medievalismo queda atrás y reaparece la mitología clásica. Se independiza definitivamente la escultura de la arquitectura y se favorece la escultura de bulto redondo. Se desarrolla la pintura al óleo y aparece el género del retrato pictórico. Se perfecciona el uso de la geometría espacial. La arquitectura vuelve al canon clásico grecorromano.
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Cinquecento
Este período corresponde a 1500. El Renacimiento alcanza su máxima expresión y comienza una nueva etapa llamada manierismo, que convive junto a la tendencia clasicista. El centro de la producción del Cinquecento estuvo en Roma, donde se financiaron las obras más extraordinarias del período renacentista, como la Capilla Sixtina.
Etapas del arte renacentista en España
En cuanto a la historiografía del arte español, el Renacimiento se clasifica de acuerdo a las fases por las que transita su arquitectura, ya que en España imperaba un orden monárquico. Estas etapas son: el período plateresco, el período grecorromano y el período herreriano.
Período plateresco
Se trató de un período que abarcó entre el siglo XV y los primeros años del siglo XVI. Se manifestó una integración del estilo de la península itálica con el estilo gótico español y otros elementos de tradición hispana. El plateresco recibió ese nombre debido a la semejanza de sus patrones decorativos con los trabajos de platería. Tuvo su manifestación en América durante el período colonial.
Período grecorromano o purista
Fue un período que abarcó entre los años 1530 y 1560. En esta etapa mermó el interés en la decoración gótica, considerada excesiva. Esto dio lugar a la aplicación de los valores plásticos del pleno Renacimiento, como la austeridad decorativa y la valorización de la cultura clásica grecolatina.
Período herreriano
Recibió el nombre de período herreriano por la influencia del arquitecto Juan de Herrera, quien desarrolló un estilo caracterizado por los volúmenes geométricos, el uso de la línea recta y la sobriedad en materia de decoración. Tuvo su apogeo en los siglos XVI y XVII.
Artistas y obras del Renacimiento
- Giotto di Bondone. Florencia, 1267-1337. Pintor. Obras destacadas: Frescos de la Capilla de los Scrovegni; la Santa Croce de Florencia; serie Vida de San Francisco en la iglesia superior de San Francisco de Asís.
- Cenni di Pepo Cimabue. Florencia; 1240 - Pisa; 1302. Pintor. Crucifijo de Arezzo; Crucifijo de Santa Croce; Majestad del Louvre.
- Filippo Brunelleschi. Italia, 1377-1446. Arquitecto. Obras destacadas: Catedral de Santa María del Fiore, Florencia.
- Leon Battista Alberti. Génova, 1404 - Roma, 1472. Arquitecto. Obras destacadas: Basílica de Santa Maria Novella, Palacio Rucellai.
- Fra Angélico. Florencia, 1395-Roma, 1455. Pintor. Obras destacadas: La Anunciación; Retablo de San Marcos; La coronación de la Virgen.
- Sandro Botticelli. Florencia, 1445-1510. Pintor. Obras destacadas: El nacimiento de Venus; La primavera.
- Paolo Uccello. Florencia?, 1397-1475. Pintor. Obras destacadas: Batalla de San Romano; San Jorge y el dragón.
- Donato di Niccolò di Betto Bardi, conocido como Donatello. Florencia, 1386-1466. Escultor. Obras destacadas: Estatua ecuestre de Gattamelata; David; Púlpito exterior de la catedral de Prato.
- Lorenzo Ghiberti. Florencia, 1378-1455). Escultor, arquitecto, orfebre. Obras destacadas: Puerta del Paraíso del Baptisterio de Florencia.
- Leonardo da Vinci. Vinci, 1452-Amboise, 1519. Pintor, escultor, arquitecto, inventor, ingeniero. Obras destacadas: La Gioconda o Mona Lisa; La Virgen de las rocas; La última cena.
- Miguel Ángel Buonarrotti. Escultor, pintor y arquitecto. Obras destacadas: frescos de la Capilla Sixtina; escultura La piedad; escultura David.
- Donato d'Angelo Bramante. Fermignano, c.1443-Roma, 1514. Arquitecto. Obras destacadas: Basílica de San Pedro; Templete de San Pietro in Montorio.
- Andrea Palladio (Padua, 1508-Maser, 1580). Arquitecto. Obras destacadas: Villa la Rotonda, Teatro Olímpico y Villas palladianas.
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Escritores
- Dante Alighieri. Florencia, 1265 - Rávena, 1321. Obras destacadas: La divina comedia.
- Petrarca. Arezzo, 1304 - Padua, 1374. Obras destacadas: Cancionero y Secretum.
- Boccaccio. Certaldo, Italia, 1313 – 1375. Obras destacadas: Decamerón.
- Ludovico Ariosto. Reggio Emilia, 1474-Ferrara, 1533. Obras destacadas: Orlando furioso.
- Michael de Montaigne. Francia, 1533-1592. Obras destacadas: Ensayos.
- Erasmo de Rótterdam. Países Bajos, 1466-1536: Elogio de la locura; Coloquios; Adagia.
Músicos
- Juan del Encina (1469-ca.1529). Obras destacadas: Cancionero.
- Giovanni Pierluigi da Palestrina. Palestrina, 1526-1594. Obras destacadas: Misa del Papa Marcelo.
- Orlando di Lasso. Bélgica, 1532-1594. Obras destacadas: Lágrimas de San Pedro.
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