Renoir: las 10 obras más importantes del pintor impresionista
Pierre-August Renoir es uno de los más importantes representantes del impresionismo francés, movimiento del siglo XIX que revolucionó la tradición pictórica. Renoir destacó por el estudio de los efectos lumínicos, la sensualidad del trazo y la creación de atmósferas vaporosas por medio del juego entre luces y texturas.
Sus temas giraron en torno a la vida alegre y festiva de la burguesía, y también expresó un destacado interés en el desnudo y la naturaleza. Estas características, que le dieron un trazo único e irrepetible de singular belleza, lo han convertido en una de las referencias más reconocidas de la historia del arte occidental. A continuación, conozcamos algunas de sus obras más importantes.
1. El almuerzo de los remeros
El almuerzo de los remeros puede ser la obra más famosa de Renoir, y una de las más reconocidas del impresionismo y de la historia del arte, al punto de ser parte del hilo argumental de la película Amelie Poulin. El cuadro representa un festín en la terraza de un restaurante llamado Maison Fouirnase, ubicado a orillas del río Sena. La escena da excusa para incluir un bodegón espléndido a la mesa. La mayoría de los personajes están identificados. Estos son:
- Aline Charigot (con un perrito), quien sería la esposa de Renoir más tarde;
- Alphonse Fournaise, hijo de los Fournaise, dueños del restaurante;
- Alphonsine Fournaise, hermana de Alphonse;
- Barón Raoul Barbier, antiguo alcalde;
- Jules Laforgue: crítico, poeta y secretario de Ephrussi;
- Charles Ephrussi: banquero y editor de la la Gazette des Beaux-Arts;
- Ellen Andrée, modelo de varios pintores impresionistas;
- Por identificar;
- Angèle Legault, actriz;
- Adrien Maggiolo, periodista italiano;
- Gustave Caillebotte, pintor y mecenas;
- Pierren Lestinguez, amigo de Renoir;
- Paul Lhote, amigo de Renoir;
- Jeanne Samary, actriz.
Desde el punto de vista pictórico, El almuerzo de los remeros es una magnífica expresión del programa impresionista, tocado por la particularidad del estilo individual de Renoir: destaca el uso magistral de la luz, el color, las texturas y la atmósfera vaporosa que lo envuelve todo.
2. Baile en el Moulin de la Galette
Baile en el Moulin de la Galett representa una escena de baile en un popular local del boulevard Montmartre que llevaba ese nombre. En este lienzo, Renoir hace un tratamiento exquisito de la luz, mostrando cómo se divide al pasar por el follaje de los árboles. Las manchas de luz parecen motas de algodón sobre los objetos representados.
Como aquel lugar era también un merendero, la escena incluye un bodegón o naturaleza muerta. Renoir logra el objetivo de estudiar el modo en que actúan la luz y el color y, al mismo tiempo, retrata las costumbres cotidianas de la alegre burguesía del siglo XIX.
3. Dos muchachas al piano
Esta obra fue un encargo oficial del Estado francés, y tiene varias versiones, incluso en otras técnicas como el pastel. La obra representa a dos jóvenes, una sentada al piano y la otra de pie leyendo la partitura. Renoir se luce con el trazo sensual y el tratamiento de las texturas vaporosas, que ayudan a sumergirse en la escena. En el lienzo dominan los tonos amarillos que le dan a la atmósfera un aire dorado y un toque de refinamiento.
4. La Grenouillère
En esta pieza, Renoir hace un trabajo estupendo en el tratamiento de los reflejos lumínicos sobre el agua, que captan nuestra atención. Las hojas del árbol bajo el cual se encuentran los personajes parecen ganar vida ante nuestros ojos. La escena representa la pequeña isla artificial con un único árbol plantado al centro. La pequeña isla se une a la isla de la Grenouillère mediante una caminería de madera, semejante a un puente. En la Grenouillère se encuentra el restaurante y el servicio de alquiler de botes.
Este trabajo fue elaborado al lado de Monet, quien hizo su propia versión. Por ende, se trata de trabajos exploratorios sobre los efectos de la luz, propios del impresionismo. Ambas piezas demuestran la comprensión que estos pintores tuvieron sobre los fenómenos lumínicos, tales como la reflexión y la refracción de la luz.
Ver también:
5. El columpio
En El columpio, Renoir vuelve a maravillarnos con la luz que traspasa las hojas de los árboles y se posa sobre los objetos como áreas de iluminación diferenciada. Parece retratar un instante casi fotográfico en una conversación que envuelve a tres personajes adultos y una niña que observa, esperando su turno al columpio. Al fondo, cuatro personajes desdibujados hacen su aparición. Esto nos hace ver que estamos en presencia de un evento social.
6. Desnudo al sol
En Desnudo al sol o Desnudo con efecto de sol, Renoir estudia el comportamiento de la luz solar sobre el cuerpo femenino. No acude a la técnica del claroscuro tradicional. Por ello, no utiliza el negro como sombra. Para los impresionistas la sombra era otro tipo de color. Por eso, en lugar del negro, Renoir opta por tonalidades violetas para crear el efecto de las sombras.
Los elementos alrededor de la mujer carecen de importancia, pues se trata de un estudio. El pintor se ha fijado estrictamente en la luz y el cuerpo femenino. Puede verse el uso de una técnica pictórica basada en manchas y pinceladas gruesas, así como efectos de color por superposición de tonos directo en el lienzo.
7. El palco
Los impresionistas se interesaron también en la vida cultural y nocturna de la ciudad. En esta escena, Renoir retrata a dos burgueses que van a la ópera, y desde el balcón ostentan su estatus social. La joven retratada es su amiga y modelo Nini Gueule de Raie. Con ella se reconoce al hermano del pintor, Edmond Renoir, exhibiendo una actitud de desinterés con respecto al “espectador”. Con sus binoculares, hacen ademán de buscar personas conocidas en medio del público (al cual no vemos en la escena).
El lienzo destaca porque Renoir desafía las propias reglas del impresionismo al incluir el negro como un color, tanto en el vestido de la mujer como en el traje y sombrero del hombre. Por este atrevimiento, este lienzo contrasta con el cuadro Desnudo al sol.
8. Las bañistas
Este lienzo de Las bañistas es de una época muy avanzada del pintor y, de hecho, fue terminado en el mismo año de su muerte. Deja atrás el mundo contemporáneo para volver a los desnudos al aire libre, un tema recurrente en Pierre-August Renoir.
En esta oportunidad, vemos dos mujeres desnudas sobre la hierba, mientras se contempla en el fondo a tres bañistas en las aguas. El colorido destaca en la escena. Se deja ver el influjo del barroco de Pedro Pablo Rubens en el tratamiento de los volúmenes, colores y texturas.
9. Los paraguas
En Los paraguas vemos el momento en que empieza la lluvia en la ciudad. Solo una mujer y dos niñas en el primer plano están sin paraguas. En los rostros de los personajes podemos ver el típico tratamiento de Renoir, vaporoso.
Sin embargo, los paraguas y los trajes llaman la atención por el uso de contornos claros y volúmenes bien delimitados que anuncian una mirada más postimpresionista, cercana al estilo de Cézanne.
Ver también Postimpresionismo
10. Baile en la ciudad / Baile en el campo
Baile en la ciudad y Baile en el campo forman un conjunto en tamaño natural. La escena de la ciudad muestra lo que debió haber sido el baile de un vals, único baile en que era permitido a las parejas bailar tan cerca. Quiere transmitir la elegancia y el refinamiento propios de la vida parisina en particular, aplicando contornos más claros y delimitados.
Por su parte, Baile en el campo muestra un aspecto un poco más relajado, con un pequeño bodegón al fondo y contornos y texturas difuminados. Con estas obras, Renoir hace ver las diferencias en las prácticas de divertimento entre los ambientes rurales y urbanos.
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