Teseo: la historia del héroe griego
Teseo es uno de los héroes griegos más famosos en el imaginario colectivo. No sólo fue uno de los más importantes gobernantes de Atenas, sino que es reconocido por darle muerte al Minotauro y por sobrevivir su estadía en el inframundo.
Orígenes
Egeo, rey de Atenas, no había logrado concebir hijos. Por ello, acudió al oráculo de Delfos en busca de respuestas, pero sólo recibió un enigmático mensaje que indicaba que no "debía desatar el cuello del odre hasta que llegara a las alturas de Atenas".
Aún confuso, en su regreso a casa, pasó por Trecén para visitar al rey Piteo, famoso por su sabiduría. Éste supo de inmediato el significado de aquella frase, pues indicaba que debía restringirse de tener relaciones sexuales hasta llegar junto a su mujer.
Sin embargo, Piteo deseaba que su hija Etra fuera la madre del próximo rey de Atenas, por lo que agasajó a Egeo con una cena y mucho vino. Por la noche, Etra se presentó en su cama y concibieron al futuro héroe.
Al día siguiente, Egeo le comunicó a Etra que debía criar allí a su hijo. Cuando fuera mayor, se le podría revelar su verdadera identidad. Luego, escondió bajo una roca una espada y unas sandalias que el chico debía recuperar para reclamar el trono.
Así fue como nació Teseo y creció en la corte de su abuelo. Cuando llegó a la mayoría de edad, supo de sus orígenes, recolectó los objetos dejados por su padre y realizó un largo viaje para llegar a Atenas.
Es importante destacar que también existen otras versiones que aseguran que, en realidad, Teseo era hijo de Poseidón, convirtiéndolo en un ser divino.
Camino para convertirse en héroe
Su viaje estuvo marcado por distintos retos y enemigos a los que venció, demostrando ser un valiente joven. Primero, se enfrentó a Peipetes, quien llevaba un mazo con el que mataba a golpes a los que pasaban por su camino.
En Corinto luchó contra Sinis, el doblador de pinos que gustaba de torturar a sus víctimas doblando los árboles hasta el piso y atando a las personas a ellos. De este modo, Teseo lo mató utilizando el mismo método. Allí conoció a su hija Perigyne a la que sedujo y con la que tuvo a su primer hijo, llamado Melanipo.
Continuó su travesía y se enfrentó a la cerda de Cromión, una bestia feroz que suponía una amenaza para los viajeros. Luego, fue el turno de Escirón, un bandido que obligaba a quienes pasaban por allí a lavarle los pies. Una vez que se agachaban a hacerlo, los empujaba y caían al mar, donde eran devorados por una tortuga gigante. Cuando Teseo se encontró con él, fingió que obedecía sus órdenes y lo lanzó para que tuviera el mismo destino que entregaba a sus víctimas.
Más adelante, luchó contra Cerción, rey de Eleusis, quien solía obligar a los viajeros a luchar y terminó dándole muerte, pues poseía mejores habilidades para el combate.
Ya casi llegando a Atenas, se cruzó con Procrusto, que tenía una casa cerca del camino. El hombre ofrecía su hospitalidad a los viandantes para luego asesinarlos. Si eran de baja estatura, los acomodaba en una cama grande y los estiraba a golpes con un martillo. Por el contrario, si eran altos, los disponía en un lecho pequeño y les cortaba los miembros. El héroe le dio muerte de la misma manera que él lo había hecho durante todos aquellos años, liberando de un terrible destino a todos los futuros aventureros.
Llegada a Atenas
Una vez que llegó a Atenas, Teseo tuvo que enfrentarse a un peligro mucho mayor. Su padre estaba casado con Medea, quien de inmediato descubrió su identidad y decidió que lo mejor era deshacerse de su presencia. Así, convenció a Egeo de que el recién llegado era un enemigo que conspiraba contra él. Por ello, el rey le encargó una difícil misión, debía derrotar al toro salvaje de Maratón.
Teseo viajó hacia su guarida y logró dominarlo sin sufrir daño alguno. Debido a su éxito, se celebró un banquete y Medea preparó un veneno que Egeo debía añadir en su bebida. Sin embargo, antes de hacerlo, vio la espada que el joven cargaba y comprendió que era su hijo.
Así, Egeo expulsó a Medea de su reino y reconoció a Teseo como su legítimo hijo y heredero al trono de Atenas.
Mito del Minotauro
El Minotauro era una criatura con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Era hijo de Pasífae, la esposa del rey Minos y del toro de Creta. Debido a su ferocidad, fue encerrado en un laberinto creado por Dédalo.
Cada año, Atenas debía enviar un tributo a Creta que consistía en jóvenes que serían devorados por el Minotauro. Teseo se ofreció como voluntario con la esperanza de acabar con el monstruo y con el sacrificio de personas inocentes.
Cuando llegaron a Creta, Teseo conoció a una de las hijas del rey Minos. Ariadna se enamoró perdidamente de él y decidió ayudarlo a acabar con la criatura. Así, cuando el héroe entró al laberinto, la joven le ató un hilo para que pudiese encontrar el camino de regreso.
En el momento en que se encontró con el Minotauro, lucharon y lo mató. Luego de su hazaña, huyó y se llevó consigo a Ariadna, a quien prometió convertir en su esposa. Sin embargo, en el camino a casa, hicieron una parada en la isla de Naxos, donde abandonó a la joven a su suerte.
Rey de Atenas
Cuando el barco iba acercándose a Atenas, Teseo olvidó la promesa que le había hecho a su padre. Habían acordado que si tenía éxito en su aventura, cambiaría las velas negras por blancas. Cuando Egeo vio acercarse el barco, pensó que su heredero había muerto y se lanzó al mar. Por ello, el mar de ese sector recibió su nombre.
Debido al suicidio de su padre, Teseo tomó el trono de Atenas y comenzó a realizar varias reformas. Entre ellas, destaca la unificación de diversas comunidades independientes que pasaron a ser parte de su reinado y la introducción de la primera moneda ateniense.
También decidió navegar hacia la tierra de las Amazonas, donde raptó a una de ellas, Antíope. Con ella estuvo durante bastante tiempo y tuvo a su segundo hijo, Hipólito.
Como consecuencia de esta situación, las amazonas se dirigieron a Atenas, donde se desató un feroz combate que terminó con el éxito de Teseo y los suyos.
Tragedia de Fedra e Hipólito
Decaulión, el nuevo rey de Creta, le ofreció a Teseo a su hermana Fedra como esposa para mantener buenas relaciones entre ambos reinos. Así, se casaron y con ella tuvo dos hijos: Acamante y Demofonte.
No obstante, ocurrió una horrible tragedia cuando Fedra desarrolló una desesperada pasión hacia su hijastro Hipólito. De esta manera, se le ofreció para tener relaciones sexuales. Cuando el joven la rechazó, se enfureció tanto que le informó a Teseo que su hijo había intentado violarla. Debido a esto, el héroe lo maldijo ante Poseidón.
Entonces, el dios envió un toro desde el mar que aterrorizó a los caballos que llevaban el carro que conducía Hipólito, quien murió en el instante.
Cuando Fedra se enteró de lo sucedido, no pudo lidiar con la culpa y se ahorcó. Una versión modificada de este mito fue recogida en la tragedia Hipólito de Eurípides.
Teseo y Pirítoo
Pirítoo era hijo de Zeus y oyó sobre la grandeza de Teseo, por lo que decidió ponerlo a prueba. Viajó hacia su tierra y se llevó un ganado de vacas. Teseo salió en su persecución, pero cuando se encontraron, sintieron mutua admiración y se juraron amistad.
Cuando Pirítoo se casó con Hipodamia, invitó a Teseo y a varios dioses. Todo marchaba bien hasta que los centauros se embriagaron y quisieron raptar a la novia, por lo que ambos amigos se enfrentaron a ellos, saliendo victoriosos.
Tiempo después, Pirítoo quedó viudo. Como Teseo acababa de perder a Fedra, decidió convencerlo de que raptaran a Helena, quien todavía era una niña. Así, sortearían cuál de ellos la convertiría en su esposa y buscarían para el perdedor otra hija de Zeus.
Lograron raptar a la chica, echaron suertes y Teseo fue el ganador. Luego de huir, el héroe decidió dejarla en el pueblo de Afidna a cargo de su rey y al cuidado de su madre, hasta que estuviera en edad casadera.
A continuación, Teseo debía cumplir la promesa hecha a su amigo y ayudarlo a hallar una mujer para desposar. Pirítoo decidió que quería a Perséfone, por lo que tuvieron que realizar un descenso hacia el inframundo.
Mientras tanto, los Dioscuros, Cástor y Pólux, lograron rescatar a su hermana Helena y tomaron como rehén a Etra, la madre de Teseo, quien fue obligada a servirle como criada en Esparta. Asimismo, se vengaron del héroe al dejar en el trono a Menesteo y sus hijos Acamante y Demofonte tuvieron que huir de Atenas.
Cuando los amigos lograron descender al infierno, se dirigieron a Hades para pedirle que les entregara a su esposa Perséfone. El dios fingió cortesía y los invitó a sentarse. Sin embargo, se acomodaron en la silla del olvido que inmediatamente se adhirió a sus carnes y se vieron cubiertos por serpientes.
Sufrieron este tormento durante cuatro años, hasta que Hércules descendió para llevarse a Cerbero, el perro de Hades. Los encontró allí y logró liberar a Teseo, pero cuando intentó salvar a Pirítoo la tierra comenzó a temblar y tuvieron que huir dejándolo a su suerte.
Exilio y muerte de Teseo
Cuando Teseo fue liberado, Atenas estaba bajo el mando de Menesteo, por lo que se dirigió hacia Creta, donde Deucalión había prometido protegerlo.
Sin embargo, una tormenta hizo que el barco se desviara y terminó en la isla de Esciros, donde el rey Licomedes lo recibió. Teseo quiso quedarse allí en una hacienda, pero como Licomedes consideraba que aquella tierra era suya, lo engañó, llevándolo a un monte desde donde lo empujó. A pesar de toda su fuerza y sus hazañas, el héroe murió en la caída.
Menesteo se mantuvo como rey de Atenas hasta la guerra de Troya. Luego del conflicto, los hijos de Teseo lograron recuperar su trono.
Bibliografía:
- Graves, Robert. (2016) Los mitos griegos. Ariel.
- Hard, Robin. (2012). La gesta de los héroes. Siete grandes mitos griegos. La esfera de los libros.
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